«Ha sido un honor mandar un Regimiento del prestigio y la preparación del Príncipe»

La celebración supuso la despedida del jefe del Regimiento, el coronel Alfonso Pardo de Santayana, que dará el relevo el próximo día 17 a su sucesor, el coronel Pedro Luis Gutiérrez Alcalá, procedente del gabinete del Jefe del Estado Mayor del Ejército, al que definió como «una persona muy competente, muy capaz y muy preparado». Con él coincidió en 2015 en la misión de Irak. «Va a hacer una magnífica labor». Ese traspaso tendrá lugar durante una semana, la próxima, «en la que hablaremos largo y tendido de los proyectos en curso».

Pardo de Santayana aún desconoce su destino. De momento, va en comisión de servicio al Estado Mayor del Ejército. Pero antes oficialmente se despidió ayer de los infantes. «Ha sido un honor que nunca imaginé merecer mandar un Regimiento del prestigio y la preparación del Príncipe». Desde un punto de vista más personal, indicó que tanto su familia como él han descubierto «en Asturias esa patria querida a la que siempre volveremos con alegría e ilusión, porque desde el primer momento nos sentimos acogidos en esta maravillosa tierra». Esa vinculación se refuerza -añadió- «con el hecho de que mi nieta Julia nació aquí. Dejamos amigos para siempre».

Su paso por Asturias ha estado marcado por la pandemia de la covid-19, en la que los militares siguen trabajando. «En la sala de al lado siguen los rastreadores», indicaba a la prensa. La lucha de la unidad en la 'Operación Balmis' (con tareas de desinfección y montaje de hospitales de campaña, entre otras) le ha valido el reconocimiento del Ministerio de Defensa. Ayer, el presidente del Principado, Adrián Barbón -acompañado por la delegada del Gobierno, Delia Losa- impuso en el guión (estandarte) del Regimiento la corbata conmemorativa por dicha operación.

De este trabajo siente especial orgullo el jefe de la unidad militar. «Ha sido una oportunidad para que nuestra labor sea más visible. Proporcionamos seguridad en sitios muy remotos, donde la sociedad española no nos ve. Ahora sí y es muy reconfortante sentir su reconocimiento».

No fue la única distinción por la lucha contra el coronavirus. La médica y coordinadora de programas covid-19 de la Consejería de Salud, María José Villanueva, recibió el título de cabo honorífico número 26. Lo concede el Regimiento en reconocimiento y agradecimiento a aquellas personas ajenas que «prestan especial cariño y respaldo» a la unidad. Consiste en un diploma y en una boina de la unidad.

En el caso de Villanueva, se le distingue «por el apoyo prestado a la unidad de vigilancia epidemiológica del Regimiento en la 'Operación Baluarte' (rastreadores) y su eficaz colaboración y magnífica relación que ha fomentado entre ella y el equipo que coordina». «Muchas gracias. También por las llamadas a las once de la noche», le dijo el coronel, tirando también de buen humor. «Me he sentido en casa, muy acorde con el lema de servir», respondió Villanueva.

Minutos antes había recibido el mismo título, con el número 25, Luis Manuel García Álvarez, presidente y consejero delegado de Adventure Family Park S. L, una empresa de multiaventura que ha instruido a la compañía desplegada en Irak, cuya misión es escoltar a personalidades que asesoran al gobierno en Bagdad. La empresa les ha formado en conducción todoterreno y conducción evasiva en situaciones complejas. «Eso es difícil de encontrar», dijo el coronel, quien, al hacer balance, también se refirió a la compañía generada para la OTAN y los contingentes «evaluados y certificados» enviados a Irak y Mali.