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Hospital Universitario de Asturias (HUCA) PIÑA
El Hospital Universitario Central de Asturias, en sus horas más críticas

El Hospital Universitario Central de Asturias, en sus horas más críticas

Hacer frente a la pandemia ya ha supuesto una inversión adicional de 8 millones en gasto corriente

efe

Miércoles, 18 de noviembre 2020, 13:17

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El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, uno de los complejos sanitarios más modernos de España al contar con poco más de seis años de vida, está atravesando sus momentos más críticos en lo más alto de una segunda ola del coronavirus que ha llevado al Principado a contabilizar sus peores datos desde el inicio de la pandemia.

Si Asturias actuó durante muchas semanas como una muralla sanitaria frente a la covid-19, al convertirse en la única comunidad que estuvo 25 días sin contagios, ahora las cifras están azotando de manera virulenta una comunidad que acumula 19.413 contagios y 741 fallecidos.

Prácticamente la mitad de estos números acumulados desde el inicio de la pandemia -10.971 contagios y 364 decesos- corresponden al último mes, lo que da idea del impacto de la segunda ola.

Esta situación ha colocado al sistema hospitalario en su punto «más grave», según advertía esta semana el presidente autonómico, Adrián Barbón, dado que uno de cada mil asturianos está ingresado por haber contraído el virus, a pesar de haber sido una de las comunidades autónomas con medidas más restrictivas para frenar la fuerza de la segunda onda.

Un hospital moderno obligado a reinventarse

El centro sanitario de referencia del Principado, que atiende a una población de más de 400.000 personas en un espacio de unos 200.000 metros cuadrados, es el que mayor carga asistencial está soportando de toda la comunidad autónoma.

Aunque se inauguró a mediados de 2014, con una inversión superior a los 300 millones de euros, el equipamiento se ha visto obligado a reinventarse y a ampliar en las últimas semanas sus camas de críticos, habilitando nuevos espacios en el gimnasio de rehabilitación.

El hospital asturiano ha alcanzado las 162 camas disponibles con respirador, de las que actualmente 85 están ocupadas por contagiados por coronavirus, tras ampliar 25 plazas en la primera ola y otras 34 en la segunda.

En los últimos días, los pacientes covid han llegado a ocupar 97 camas para críticos, muy por encima del máximo de 59 de la primera ola.

La mayor presión también se refleja en la ocupación de las camas de hospitalización: de las 1.078 disponibles, 379 están ocupadas ahora mismo por pacientes covid, cuando en primavera sólo se alcanzaron los 294 ingresos simultáneos.

El gerente del área sanitaria IV -de la que el HUCA es cabecera- Luis Hevia, ha reconocido que durante la pasada semana se vivieron unos días especialmente duros en cuanto a nuevos ingresos, si bien ha asegurado que «siempre ha habido disponibilidad de camas».

«De momento estamos con margen», ha asegurado antes de sostener que preocupa que el elevado número de contagios de las últimas jornadas pueda traducirse en un incremento en el número de pacientes ingresados en próximas fechas.

El centro, que se ha visto obligado a reducir su actividad quirúrgica, sigue contando con «capacidad estructural» para desplegar nuevas camas de críticos y dispone de respiradores tras el acopio de material sanitario de los últimos meses.

Hacer frente a la pandemia ya ha supuesto para este área sanitaria, que cuenta con un presupuesto anual de 650 millones de euros, una inversión adicional de 8 millones en gasto corriente, ha apuntado Hevia, quien admite que aún no es posible calcular el gasto que se alcanzará al cierre del año.

Unos profesionales sanitarios «escasos» y cansados

En el HUCA están trabajando 6.627 personas entre las distintas categorías, una plantilla que se ha visto ampliada con 1.462 contrataciones desde la irrupción del coronavirus en febrero, de las que 721 siguen activas.

La elevada presión asistencial en el centro asturiano hace que la capacidad de los facultativos se esté estirando «como un chicle» para garantizar un servicio que a día de hoy se sigue prestando con una «excelente calidad» sin «incidencias importantes», en palabras del delegado sindical del Sindicato Médico de Asturias (Simpa) en el HUCA, Daniel Al-Kassam.

«Aunque siempre existe un límite», ha advertido antes de sostener que la implicación del personal médico seguirá siendo «máxima» para intentar que la situación «nunca llegue a un colapso».

Los profesionales sanitarios del HUCA, a quienes se les han denegado los permisos de libre disposición al igual que lo de excesos de jornada, según sus denuncias, afrontan la segunda ola con «cansancio» e «incertidumbre» y el deseo de que llegue el momento en que la incidencia se estabilice.

Si en la primera ola numerosos colectivos sanitarios alertaron de la falta de medios de protección, ahora ese déficit se traduce en escasez de médicos y enfermeros, cuyas bolsas de empleo de Asturias se han agotado.

«Lo venimos denunciando desde hace tiempo. Las plantillas orgánicas se tiene que adecuar a las necesidades reales de la población y más aún en pandemia. No es lógico tener que trabajar con contratos eventuales o refuerzos», ha denunciado el representante del Simpa.

En la misma línea se ha pronunciado el Sindicato de Enfermería Satse, que ha alertado de que la falta de profesionales de esta categoría ha obligado a proceder la movilidad forzosa desde las alas del Principado al HUCA, a suspender sus descansos, permisos y licencias y a doblar turnos.

«La situación es más crítica en la UCI. Estamos muy cansados, pero la respuesta de los enfermeros sigue siendo muy buena», ha apuntado la secretaria autonómica del sindicato, Belén García.

El laboratorio de microbiología, puntero por su capacidad diagnóstica

El Laboratorio de Virología del HUCA, con una capacidad de hacer pruebas PCR de la que carecían muchos otros hospitales cuando comenzó la pandemia, ha sido uno de los pilares fundamentales de la estrategia de detección precoz de Asturias, un servicio que se ha visto obligado a multiplicar su personal y redoblar esfuerzos para procesar la avalancha de muestras que llegan a las instalaciones.

Un esfuerzo titánico que se traduce en cifras: se procesan una media de 3.600 al día, frente a las 1.300 de los primeros meses de la pandemia, con un récord de 4.617 en una sola jornada, y un tiempo de respuesta de los más rápidos del país, que se fija en 4,5 horas.

Para Asturias es una «suerte», según el gerente del HUCA, contar con una infraestructura de estas características que sitúan a la comunidad entre las que más PCR realiza por cada 100.000 habitantes en el conjunto del país.

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