Ibias continúa luchando contra las llamas tras una noche angustiosa: «Los vecinos desalojados siguen fuera»
Según declara la alcaldesa del concejo, Gemma Álvarez, cifra en cinco los pueblos afectados por el fuego «que más rápido avanza»: Piñeira, Villamayor, Villarcebollín, Centenales y Pradias
Noche angustiosa y sin descanso en Ibias. El incendio que se iniciaba este martes en torno a las 18.10 horas junto a la piscina de San Antolín, probablemente intencionado, obligó a desalojar a los vecinos de tres pueblos y hay cinco poblaciones que pueden verse afectadas: Piñeira, Villamayor, Villarcebollín, Centenales y Pradias. Lo confirmaba esta mañana la alcaldesa del concejo, Gemma Álvarez, que ha pasado la madrugada cerca del lugar afectado por el fuego para tratar de ayudar al ingente trabajo de contención que durante la noche hicieron Bomberos y vecinos ante el voraz avance de las llamas.
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Este nuevo foco es el que más rápido avanza de todos los declarados en la región desde el inicio de la ola de incendios forestales el pasado 12 de agosto, según confirmaba ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón. El viento tampoco ayudó a frenar su avance.
La alcaldesa de Ibias cuenta que los vecinos de Pradias no quisieron irse, sin embargo en Villamayor y Villarcebollín «sigue la gente fuera, no les dejan entrar». El foco más grande sigue estando en Villamayor, donde «está la UME desplegada y aún así se quemó un garaje de la entrada del pueblo», cuenta Álvarez.
También en Villarcebollín están desplegados dos camiones con cuatro bomberos y algunos vecinos, que están ayudando. «Tengo a mi hermano ahí arriba. Vino para estar conmigo y tranquilizarme pero lo mandé al monte con otro amigo para que orientase a los bomberos allí en la zona», explicó la regidora, angustiada por la situación.
Añadió que «por la mañana subió también una cuadrilla con bomberos para detener la cabeza del incendio que va en dirección a Pradias. Llevaron una retroexcavadora para que empiece a trabajar ya en Villarcebollín. Pero no conseguí, de ninguna manera, que viniesen bomberos por la noche para empezar a trabajar a primera hora en el incendio que viene de Degaña», comentó Álvarez.
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«Sigue habiendo peligro»
Enol Méndez Suárez, del Hotel Rural de Cecos, en Ibias, declaraba esta mañana que «no vamos a decir que están bien las cosas y que los incendios están estabilizados ni controlados, aunque sí va mejorando, los pueblos ya no peligran tanto como ayer, aunque sigue habiendo peligro».
«Ha mejorado gracias a la ayuda de los helicópteros que están haciendo un trabajo bestial y de la UME y las Brif, que están desplegados por el monte. El fuego parece que ha cambiado de dirección y ya no baja a los pueblos, así que veremos cómo evoluciona», añadió.
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También, el presidente de la DOP vino de Cangas y vecino de Ibias, Adrián Fernández, contó a EL COMERCIO que «ahora mismo el fuego está muy extendido, con varios focos activos. Y aunque hoy avanza más despacio porque hace menos viento que ayer, hay varios viñedos que se han visto muy afectados. No de los nuestros, pero sí de otros viticultores de la DOP Cangas», relató Fernández.
Explicó, además, que «será difícil combatir el fuego porque todos los pueblos en Ibias están rodeados de montes de pinos, y los pinos extienden las chipas, que salen volando igual que si fuesen bengalas», dijo, preocupado.
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Por su parte, Yago Barrero Dorado, vecino de San Antolín de Ibias, subrayó que «nos quieren echar de nuestras casas como sea, no tengo dudas. Ojalá algún día se sepa la verdad detrás de todo esto porque no es normal, es una vergüenza», indicó, afligido.
Además, señala que «estamos asustados porque el fuego está expandiéndose muy rápido por el lado de la piscina. Pensamos que son incendios provocados...», destacó.
Y desde el hotel-restaurante Tixileiro, su dueño, José Enrique González, cuenta que «a nosotros que estamos en la zona alta limítrofe con Degaña, no nos está afectando en excesiva cercanía, lo más cercano está lindando con Degaña. Es verdad que hubo algún día que había un ambiente irrespirable, un bochorno insoportable, pero no nos está afectando así de una manera excesivamente cercana. También es cierto que en cuanto al negocio se refiere, ha habido alguna cancelación, incluso gente que estaba hospedada cuando empezaron las alertas, acortaron su estancia, como es normal, pero tampoco fue una cosa excesiva la verdad, trabajamos bastante bien a pesar de los incendios», destacó González.
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