«Si las llamas llegan a la Pornacal, adiós», dicen los vecinos de Villar de Vildas, en Somiedo

Kilómetros antes de llegar a Somiedo ya huele a humo. En los móviles comienzan a sonar sin fin una alerta con el el mensaje de Protección Civil: «Grave peligro por incendios forestales en la Cordillera Cantábrica. Abandone toda actividad recreativa y deportiva en el medio natural. Evite el tránsito en toda el área. Siga las instrucciones de las autoridades. Llame al 112 solo en caso de emergencia».

Pese a ser jornada soleada, la subida hasta Villar de Vildas, siguiendo el curso del río Pigüeña se hace en medio de una luz fantasmagórica, la que ofrece el sol a través del muro de humo. Al salir del coche, una lluvia de ceniza lo cubre todo. «Hemos repartido mascarillas entre la población», explicó el consejero de Movilidad, Medio Ambiente y Gestión de Emergencias. Alejandro Calvo lo dijo en Villar de Vildas, a donde acudió en compañía de la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, para revisar, junto al alcalde somedano, Belarmino Fernández, los límites del pueblo.

«Los trabajos están muy, muy concentrados en la zona de Genestoso, para paliar la angustia de tener el fuego tan cerca de las viviendas» pero también preocupa el incendio que avanza por el Alto de los Cerezales. «Hemos estado con los agentes de medio ambiente, viendo como están la situación. Priorizamos la situación de los pueblos».

Y no puso paños calientes. «Los incendios siguen avanzando. Estamos vigilando que el fuego de Orallo no pase a Asturias por Degaña, que está muy cerca, estableciendo estrategias de defensa en la zona. Nos quedan 48 horas muy complicadas», sentenció.

Igualmente preocupada se mostró la delegada del Gobierno, que destacó que la coordinación «entre la Administración autonómica y la del Estado es total. Aquí está desplegada la Unidad Militar de Emergencias (UME) desde hace días, también las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) y la Guardia Civil con retenes donde es necesario y el helicóptero de la Guardia Civil verificando, con el del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA), desde el aire para cómo acometer cada incendio».

Y fue muy clara. «A todos los que quieran darse un paseo por Picos de Europa o por Somiedo, ahora no es el momento». Lastra explicó que, en caso de sufrir una emergencia durante esa ruta, «quizá no puedan ser atendidos, porque los medios están desplegados en acabar con los incendios». Además de pedir «prudencia a la población» insistió, «en la zona de Picos de Europa y en Somiedo no es el momento de hacer actividades lúdicas y deportivas».

En Somiedo se encontraron con el alcalde actual, Belarmino Fernández, y también con otro histórico, Manuel González. Lolo recordó a los visitantes que en su casa habían estado presidentes «como Pedro de Silva» y se mostró convencido de que «la situación está controlada».

El actual regidor explicó que todo empezó a complicarse en la mañana del viernes. «El fuego nos entró por dos frentes. Uno, el que viene de Orallo, en León, que arrasó el Alto de las Cerezales, que es el final del Valle del Pigüeña. Otro, el que viene de Genestoso, en Cangas del Narcea, nos entró por el Lago Bueno y el Alto del Bucibrón». Fue una jornada «complicada, había mucho humo y mucho viento», lo que obligó al uso de mascarillas y a salvar al ganado que pastaba en los montes.

En la jornada de hoy, Belarmino Fernández explicó que el incendio «bajó al Valle de las Cerezales hasta cerca de Braña Viecha y va hacia la zona de Bucibrón». Un área «que nos preocupa, porque no queremos que llegue ni a la Braña de la Pornacal ni a Braña Viecha. No queremos que pase a la zona izquierda del río Pigüeña, porque afectaría a todo Somiedo». Unos trabajos que incluyen, también, «evitar que llegue a Villar de Vildas y a la Rebollada». Aseguró que «esos son los objetivos» a la vez que confía en que «no pase la zona del hayedo», que hace las veces de cortafuego natural. «Pero como este es un incendio excepcional no sabemos qué ocurrirá».

Preocupada está también Soraya Temprano, responsable del restaurante y alojamiento rural La Corte, caminaba con mascarilla. «Acabo de pasar una neumonía y esta lluvia de cenizas no me viene bien». No obstante, tanto ella como los turistas que descansan en Villar de Vildas están «tranquilos».

El único temor es que el fuego llegue a la Pornacal. «Entonces, adiós, porque se quema todo», explicó Adriano Berdasco, vecino de la zona y presidente de la Federación Asturiana de Turismo Rural (Fastur). De momento, la Pornacal sigue a salvo.

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