Inspección plantea recortar la atención nocturna a las víctimas de agresión sexual en Asturias

Esa es una de las conclusiones del informe sobre el Centro de Crisis para Víctimas de Agresiones Sexuales realizado por el servicio de Inspección del Principado, dentro del Plan General de Inspección de Servicios que aprobó la Consejería de Presidencia, Reto Demográfico, Igualdad y Turismo.

En sus recomendaciones da por hecho que el centro «se consolida como un servicio necesario y con una creciente demanda», suma Inspección la propuesta de que se incluya en la plantilla a una profesional de trabajo social, convertir en fijas las plazas temporales y, también crear un programa específico para el centro, que permita agilizar el archivo de los casos y, sobre todo, garantice la total privacidad de los datos.

El centro, pionero en el país (Asturias fue la primera comunidad en poner en marcha este tipo de dispositivos y lo hizo el 25N de 2020) abrió inicialmente en un edificio del centro de Oviedo, pero en diciembre pasado fue trasladado a otras dependencias, más amplias, con mejor accesibilidad y que permiten ofrecer más servicios. De hecho, la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, anunció el pasado sábado que en junio el dispositivo abrirá, en su planta superior, la tercera sala Gesell de la región, la primera fuera de un órgano judicial.

El traslado a La Corredoria sirvió, además, para bautizar la instalación con el nombre de Gisèle Pelicot, la mujer que ha dado un vuelco al tratamiento de los casos de violación, al salir de su anonimato para denunciar a su marido, que la drogaba cada noche y la prostituía sin ella tener conocimiento de las agresiones sexuales sufridas.

El informe hace, precisamente, referencia a ese traslado, y apunta que con él el dispositivo cuenta «con 1.328 metros cuadrados de superficie construida, con más espacios para la atención personalizada, para formación, para terapia en grupo, dispone de los medios materiales necesarios para el cumplimiento de sus funciones».

Respecto a la plantilla, formada por 16 profesionales (abogadas y psicólogas), entiende que el reparto de la carga de trabajo es desigual. Desde su apertura, han sido más de 800 las mujeres atendidas en el centro. El 20%, menores de edad.

«Se constata que el mayor número de atenciones se prestan por las mañanas, siendo los turnos de noche y los fines de semana los que menos». Debido a que el centro funciona 24 horas los 365 días del año, Inspección apunta la conversión del turno de noche «en guardia localizada. En el caso de alojamiento puntual de una víctima, la profesional de guardia localizada se ocuparía del acompañamiento».

El informe ya está siendo analizado por la Consejería de Presidencia. «Conocimos un borrador el año pasado y ya apuntaba la necesidad de contar con una profesional de trabajo social, por lo que pudimos incluir una partida en el presupuesto», explicó la directora general de Igualdad.

María Jesús Álvarez apuntó que, de hecho, «la psicóloga ya se incorporó, una nueva abogada llegará enseguida y, a continuación, la trabajadora social». Respecto a las guardias localizadas, explicó que «estamos valorando esa recomendación», puesto que considera todo el equipo que «el informe es muy bueno».

Afirmó que «cuando lo encargamos queríamos conocer, desde la opinión experta y objetiva, el funcionamiento del centro de crisis para mejorar la atención a las mujeres, que es nuestra prioridad, respetando los derechos de las trabajadoras y, al mismo tiempo, siendo muy eficientes en la gestión de los recursos públicos».