25N: Día de la eliminación de la Violencia contra la Mujer
Las menores atendidas en el Centro de Crisis tienen una media de 15 añosMientras aumentan las agresiones sexuales a menores, las casas de acogida reciben a víctimas de maltrato de más de 65 años
Muchas voces lo vienen advirtiendo en los últimos tiempos. Lo hizo recientemente la fiscal superior de Asturias, María Eugenia Prendes, al presentar las cifras de ... la última memoria de Fiscalía. Y advierte también el Principado, a través del Instituto Asturiano de la Mujer: aumentan las agresiones sexuales contra menores de edad. Los datos del Centro de Crisis para víctimas de agresiones sexuales de Asturias, un recurso pionero que cumple cuatro años, ha atendido en este tiempo un total de 154 menores víctimas de violencia sexual. Hasta octubre de este año han sido 47, lo que supone un incremento del 6,4% respecto al mismo periodo del año pasado. Las víctimas atendidas tienen una edad media de 15 años.
En total, el Centro de Crisis ha atendido en estos cuatro años 1.122 consultas y ha trabajado con 669 víctimas de violencia sexual. Las cifras son tremendas, «lo que demuestra que el centro era necesario», dice la directora general de Igualdad, María Jesús Álvarez. Lo era el equipamiento en general y lo era especialmente el equipo especializado en menores de entre 12 y 17 años, que se amplió en 2022 para «dar respuesta al creciente número de menores que acuden al recurso». En total, 15 profesionales trabajan en el centro, el primero de sus características abierto en España (ahora hay solo ocho), que presta servicio las 24 horas al día los 365 días del año (el número de teléfono y de WhatsApp para acceder al servicio es el 677 98 59 85 y el correo electrónico, centrodecrisis@asturias.org), que trata de responder casi de forma inmediata al momento de la agresión, pudiendo las profesionales desplazarse al lugar donde se encuentre la víctima, si es necesario, y no se precisa haber interpuesto denuncia ni estar en condición de hacerlo. Pero la atención va más allá, con apoyo psicológico y asesoramiento jurídico. En el caso de las menores, a ellas y a sus familias, para ofrecer una atención integral, protección y seguridad. El objetivo es acompañar a la víctima y que ella decida en cada momento el paso que quiere dar.
Las cifras
1.122 consultas
ha recibido el Centro de Crisis para víctimas de agresiones sexuales en cuatro años. Ha trabajado con 669 víctimas.
154 víctimas
atendidas eran menores. Este año son ya 47, un 6,4% más que el año pasado. 15 profesionales trabajan en la atención a las víctimas.
3.703 consultas
sobre violencia de género recibieron los 18 Centros Asesores de la Mujer. Son más de la mitad de las consultas totales del año pasado.
El Centro de Crisis se trasladará antes de que finalice este año al edificio que el Principado compró en La Corredoria, ya que la sede actual «resulta insuficiente para atender adecuadamente a un creciente número de víctimas». La inversión ha sido de 1,3 millones para adecuar los espacios. Las nuevas instalaciones, explica la directora general, permitirán no solo atender mejor a las víctimas, sino también ofrecer actividades que por falta de espacio no han sido posibles, como terapia de grupo e iniciativas de formación y sensibilización.
Desde el Centro de Crisis se trabaja de forma coordinada con los 18 centros asesores de la mujer y con la red de casas de acogida. En los primeros, la idea de la Dirección General es reforzar los servicios y llevar la asistencia psicológica a los seis dispositivos que aún carecen de ella. Los centros atendieron el año pasado 6.603 consultas, de las que 3.703, esto es, más de la mitad, fueron por violencia de género. La Dirección General se ha marcado también el objetivo de lograr una «mayor coordinación entre los centros», así como reforzar la atención especializadas a mujeres migrantes y mujeres con discapacidad intelectual.
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En cuanto a la red de casas de acogida, que facilita alojamiento provisional de urgencia, tiene la Casa Malva como buque insignia. El equipamiento pionero de Gijón atendió el año pasado a 132 mujeres y 99 hijos e hijas de las víctimas. En la Casa Malva y en el resto, explica María Jesús Álvarez, «está cambiando el perfil de la víctima». Cada vez llegan más mujeres de 65 años y más, mujeres de generaciones con «más dificultad para identificar la violencia», con más obstáculos para salir de ella, con mayor violencia económica. Mujeres muy identificadas con el título del libro de Miguel Lorente: 'Mi marido me pega lo normal'.
Además, otras 1.200 mujeres forman parte del trabajo que entidades especializadas realizan en Asturias con mujeres en contextos de prostitución y trata con fines de explotación. Es la «realidad de la violencia en Asturias», reconoce la directora general de Igualdad. «Frente a los bulos, datos», defiende, y estos son terribles.
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