Investigan la muerte por un posible envenenamiento de un oso en Cangas del Narcea
El cuerpo del ejemplar, de alrededor de un año y medio, fue hallado en la pista que une Faedo con la carretera de Besullo
MARIO ÁLVAREZ
GIJÓN.
Miércoles, 16 de junio 2021, 02:58
El oso vuelve a ser protagonista en Cangas de Narcea. En esta ocasión por la muerte de un ejemplar, cuyos restos fueron encontrados en la pista que une la localidad de Faedo con la carretera que llega a Besullo. El animal, según explicó ayer el Gobierno regional, tenía un año y medio de edad y pesaba en torno a 20 kilos. Además, todo apunta a que llevaba muerto un par de días.
Aunque no se ha confirmado la causa de la muerte del oso, los agentes de Medio Natural manejan como principal hipótesis que el animal haya estado en contacto con alguna sustancia tóxica. No obstante, este indicio no ha podido ser comprobado. Desde primera hora de la mañana, los agentes de Medio Natural inspeccionaron la zona con el fin de encontrar algún resto de veneno que pudiera haber ocasionado la muerte del animal. En la búsqueda participaron perros entrenados específicamente en la detección de las sustancias tóxicas, sin que se haya podido extraer ninguna pista concluyente.
Estos animales pertenecen a la Unidad Canina de Detección de Venenos del Principado de Asturias, que recibe la financiación de la Comisión Europea y tienen como objetivo principal proteger a la fauna salvaje y autóctona para evitar que entre en contacto con sustancias tóxicas.
La presencia de un solo cebo envenenado puede provocar la muerte de decenas de animales. Aunque recurrir a los mismos para la caza de grandes carnívoros está tipificada como delito, no ha sido el primer caso documentado en Asturias. Incluso, las autoridades advierten del peligro a que esta práctica se extienda en Cangas de Narcea, donde desde el ataque del oso a una mujer de 75 años, Carmen Suárez, los vecinos temen que se pueda volver a vivir un episodio tan desagradable.
Los restos del ejemplar hallado ayer serán trasladados al Serida, donde se le realizará la necropsia. Será esta la que determine las consecuencias reales del fallecimiento y el resultado se dará a conocer en los próximos días.
Se calcula que en la cordillera Cantábrica hay unos 330 osos y los expertos aseguran que en verano las crías de segundo año comienzan a separarse de las madres, por lo que también resulta más factible encontrar al mamífero sin la compañía de quien lo cría. La Fundación Oso Pardo lleva contabilizados casi 50 osos muertos desde 1988 hasta hoy.
De esa cifra, solo se ha podido analizar la razón de la muerte en un tercio de los casos, ya que el mal estado de los despojos no lo ha hecho posible en el resto de situaciones. Asimismo, ha llegado a la conclusión de que un 40% de las muertes de los plantígrados tienen como responsable al ser humano. En la mayoría de las ocasiones, según indica la Fundación Oso Pardo, el animal pereció por envenenamiento.