José María Figaredo Diputado de Vox por Asturias en el Congreso
«Todos los que entran en España violentando las fronteras y delinquen deben ser devueltos»«Barbón está atascado, no avanza en ningún proyecto y el Partido Popular de Asturias está sorprendentemente manso»
No se muerde la lengua a la hora de hablar. No lo hace desde la tribuna del Congreso de los Diputados ni tampoco en ... vacaciones. José María Figaredo (Gijón, 1988) hace una parada en su periodo de descanso para , con su característica contundencia, abordar los desafíos que afrontan Asturias y España, abogando por medidas que prioricen la seguridad, la economía y la identidad nacional.
–La legislatura llega a su ecuador. ¿Qué balance hace?
–Bueno, realmente la situación regional y la nacional son parecidas. A nivel nacional viene marcada por una corrupción terrorífica y la absoluta inacción del Gobierno. Lo único que han hecho es pagar peajes para sobrevivir. Han pactado la amnistía, han troceado competencias, han pactado con los de Bildu... Pero, además, cuando tenían que haber sido todos contra el PSOE, hemos visto a un PP que le fue tendiendo la mano. El PP le apoyó para la renovación del Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial, el Consejo de Radio Televisión Española... Todas las instituciones las van secuestrando con ayuda del PP.
–¿Y en Asturias?
–Vemos que Barbón está absolutamente atascado, no ha avanzado en nada con ninguno de los proyectos que pudiera tener para la región. Y vemos lo mismo que en España, a un Partido Popular en Asturias que está sorprendentemente manso frente a un Gobierno terrorífico la región. Sin ir más lejos, si lo piensan y hacen memoria, en la comisión de investigación del accidente en la mina de Cerredo, el Partido Popular no presentó candidato para presidirla. No lo hizo porque intencionadamente quiso dejar en manos de la izquierda más radical la presidencia de esa comisión. Y eso es el PP aquí en Asturias.
–Le veo casi más crítico con el PP que con el PSOE.
–Es que vemos a un PP aquí en Asturias que, si puede, interviene en asturiano. Bueno, no en asturiano, en una lengua que no es realmente ninguno de los asturianos que se hablan en nuestro territorio y el PP colabora con eso. Sin ir más lejos, si lo piensan y hacen memoria, en la comisión de investigación del accidente en la mina de Cerredo, el Partido Popular no presentó candidato para presidirla. No lo hizo porque intencionadamente quiso dejar en manos de la izquierda más radical la presidencia de esa comisión. Y eso es el PP aquí en Asturias.
–En los últimos meses ustedes se han distanciado del PP. ¿Es un aviso de cara al futuro para el Partido Popular si necesita de Vox para gobernar?
–Lindes ciertas hacen buenas vecindades. Cada uno tiene que tener claro dónde está y a dónde quiere ir. Y ante esa situación, de respeto entre ambos partidos políticos, seremos capaces de llegar a cualquier tipo de acuerdo, pero siempre sabiendo dónde está cada cual.
–Pues donde gobernaban juntos ya no lo hacen: Extremadura, Castilla y León...
–El problema es que el Partido Popular no sabe dónde está. Echó a Vox de los gobiernos autonómicos para apoyar la política migratoria de Pedro Sánchez. Acuérdense de las declaraciones de Feijóo diciendo, explícitamente, 'el Partido Popular pondrá todos los recursos que tenga a su disposición en las comunidades donde gobierna para acoger a los menas que correspondan y que están llegando'. Eso lo dijo Feijóo. Entonces, hay que saber dónde estamos y cuál es el objetivo de cada cual.
–Sea más explícito. ¿Con este PP sería fácil llegar a acuerdos o no?
–Lo que hace falta es trazar las líneas claramente y decir 'oiga, yo llego hasta aquí'. Pero bueno, igual que en cualquier matrimonio, ¿no? Si vas de cara y dejas claro qué es lo que tú quieres y cómo lo quieres y el otro lo mismo, se sabe dónde está cada cual y ser capaces de llevar la relación con respeto a los votantes de uno y otro partido.
–Usted sacó el tema de la inmigración. ¿Cuál es realmente la política migratoria de Vox?
–Bueno, es muy clara. Es una política sencilla y hay que decir alto y claro: todos aquellos que entren en España violentando las fronteras tienen que volver a sus países de forma automática; todos aquellos que delincan en España, automáticamente tienen que entrar en un vuelo y ser devueltos a su país, ipso facto. Y por último, todos aquellos que no están dispuestos a integrarse que regresen a su país.
Inmigración e inseguridad
–Pero se afanan en vincular delicuencia con inmigración y la violencia, los delitos no tienen nada que ver con el origen de las personas.
–Es objetivo: el 50% de la población reclusa en España a día de hoy es de origen extranjero, cuando representan en toda España en torno a un 10% de la población. Podemos dar vueltas en torno a ello, podemos discutirlo, podemos preguntarnos los porqués de dificultades de integración, pero los hechos son los que son.
–O sea, que realmente piensa que España es un país inseguro por culpa de los inmigrantes.
–Es que es evidente. Cada día lo es más. Sobre todo, para los trabajadores, porque que nadie dude de que en la calle Corrida de Gijón no va a haber problemas. Donde los habrá será en Roces, por poner un ejemplo. Ahí es donde van a tener las dificultades. La paisanina que con esfuerzo había logrado comprar su piso y de repente ve que todo el vecindario cambió y que ya no puede salir con las bolsas de la compra a la calle. Lo que pasó en Torre-Pacheco empieza porque a un paisano, a un jubilado español le pegan una tunda porque sí.
–Torre-Pacheco. La reacción fue convocar la 'caza al inmigrante', y no vi a los políticos, como usted y su partido, hacer un llamamiento a la calma. ¿No es eso una irresponsabilidad?
–Sí, los políticos tienen mucha responsabilidad. Los políticos que llevan décadas al frente de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que dieron instrucciones expresas de no actuar contra delitos que se sabía que estaban sucediendo. Los españoles llevan décadas absolutamente abandonados frente a delitos que son absurdos. O sea, a una persona le ocupan su casa y se encuentra pagando la luz, pagando el agua y se encuentra que tarda dos años y medio en recuperar su casa. Y en esa situación tienen responsabilidad los políticos que nos han llevado hasta ahí ya. En Torre-Pacheco lo que sucedió fue la gota que colmó el vaso.
–¿Pero son justificables esos llamamientos?
–¿Pero quién hizo un llamamiento? Bueno, sí, hubo un llamamiento de varias personas de la izquierda radical, incluyendo el presidente del Gobierno, acusando a los ciudadanos de Torre Pacheco de ser unos fascistas. Pero eso lo vemos cada vez que que los ciudadanos acuden legítimamente a la defensa de los ciudadanos. Lo vimos cuando la dana, cuando los primeros que llegaron a ayudar no fueron los políticos, sino los ciudadanos, a los que se les tachó de fascistas. ¡Se llamó nazis a quienes estaban allí limpiando las calles! Y lo hacían porque el Gobierno de España se negó a enviar en su momento a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Cuando los ciudadanos tratan de resolver por sí mismos los problemas que han causado los políticos se les acusa de extrema derecha. Y eso pasó en Torre-Pacheco, que es la consecuencia lógica a la inacción de décadas de los políticos.
–Por lo tanto sí asumen su responsabilidad como políticos.
–Lo que hay que hacer es aportar, hay que tener seguridad en las calles. Lo que yo lo que digo es que los políticos estamos aquí para garantizar el bienestar de los españoles y que no tiene ningún sentido que los políticos se dediquen a mirar hacia otro lado, cuando hay un problema de inseguridad evidente, cuando hay un problema de vivienda evidente, cuando hay un problema de estancamiento económico y salarial evidente y los políticos durante décadas se han dedicado a mirar hacia otro lado.
–¿Es partidario de deportaciones masivas, como una compañera suya, Rocío de Meer, defiende?
–La línea de Vox es clara: todos los que entren violentando las fronteras tendrán que regresar a sus países, todos. Todos los que cometan delitos terribles o que hagan del delito leve su forma de vida, tendrán que volver a sus países. Y todos los que se nieguen a integrarse en España, todos tendrán que volverse a sus países. Esa es la línea.
–Todas las encuestas publicadas hasta el momento reflejan una tendencia al alza de intención de voto a Vox. ¿Qué expectativas tienen?
–Mire, a Vox se le dio por muerto en 2014. Se le volvió a dar por muerto en 2015. Se le dio por muerto en 2018, antes de las elecciones en Andalucía. Se le dio por muerto de nuevo en 2019, en 2023... O sea, cada 15 días más o menos se certifica la defunción de Vox.
El secreto de Vox
–A diferencia de otros partidos nacidos como oposición al bipartidismo, ustedes no sólo permanecen, sino que están en tendencia ascendente. ¿Cuál es el secreto?.
–El sentido común, que es lo que Vox defiende. Defendemos cuestiones tan sencillas como que no tiene ningún sentido que mientras las familias españolas no lleguen a final de mes, estemos dedicando dinero a subsidiar y mantener a personas que han llegado antes de ayer a España. Que no tiene ningún sentido que mientras no hay vivienda para los españoles veamos que en los listados de viviendas de protección oficial no aparezca ningún Pérez o Fernández. Tampoco que España acoja una agenda 2030 mientras Arcelor desaparece o llenamos nuestras calles de coches chinos. Los ciudadanos se han cansado de los discursos políticos vacíos.
–Y el de Vox está dotado de contenido, ¿no?
–A la política española hay que darle una vuelta de 180 grados y yo creo que eso mucha gente lo entiende y, sobre todo, los jóvenes. Los jóvenes que ven cómo comprarse una casa es imposible, que después de estudiar durante años, tienen trabajos precarios en los que no crecen... Los españoles se dan cuenta de que los que llevan gobernando durante 40 años se han cargado España. Y lo que queremos es una España en la que el españolito de a pie pueda prosperar, crecer, comprarse una casa, formar una familia, que disponga de una Seguridad Social que tenga un servicio razonable y para los españoles que llevan cotizando años, que el acceso a la vivienda se facilite con seguridad jurídica, con impuestos bajos, Son cosas tan razonables que por mucho que los socialistas del PP o los socialistas del PSOE se dediquen a mentir, las ve la gente en la calle.
Relación con el PP
–Pero los números sólo les darían con el PP y viendo como están ahora con ellos...
–Eso sólo se puede saber en el momento en que lleguen las elecciones. Somos muy optimistas, Vox va para arriba, tristemente.
–¿Tristemente?
–Sí, tristemente porque la realidad nos está dando la razón. Porque todo lo que está diagnosticando Vox es lo que está sucediendo, que mientras estos políticos dicen que España va estupendamente, los españoles cada día encuentran trabajo con mayor dificultad. Los españoles llegan a fin de mes con mayor dificultad.
–¿Es el PSOE el mejor aliado de Vox y viceversa? Es decir, ¿Sánchez resiste gracias a Vox y Vox crece gracias a Sánchez?
–Yo no estoy para nada de acuerdo. Creo que ese argumento es terriblemente engañoso. Vox lleva diagnosticando la enfermedad de España desde hace años. Y esa enfermedad está empezando a mostrar los síntomas. Parte de los causantes de esa enfermedad es el PSOE y como Vox es el único que está diagnosticando esta enfermedad, electoralmente va mejorando. Pero de ahí a decir que el PSOE es el aliado de Vox... ¡Ojalá desapareciese el PSOE de España y ojalá Vox no fuese necesario! Ojalá España tuviese políticos responsables que llevasen el país por buen rumbo y sacasen lo mejor de España.
–Esa supuesta relación de ustedes y el PSOE la utiliza mucho el PP.
–Sí, se le escucha mucho al Partido Popular. Pero mire, Vox presentó dos mociones de censura y el PP dijo que eran un balón de oxígeno para Sánchez. Ahora Vox dice que hay que presentar una moción de censura y el Partido Popular dice que no, que eso sería un balón de oxígeno. Pero claro, ¿del balón de oxígeno que es la corrupción de Cristóbal Montoro no dicen nada? Es esa corrupción de Montoro la que le está permitiendo al PSOE no hablar de la suya. Eso sí que es un balón de oxígeno y quien lo pone encima de la mesa es el PP. Pero vendrán más. Ahora van a llegar los juicios de la Kitchen. Recuérdenlo, ese aparato que montó el PP a través del Ministerio del Interior para tratar de robar los papeles de Bárcenas. ¿Quién es al final el mejor aliado del Partido Socialista? El Partido Popular. ¿Y el del Partido Popular quién es? El Partido Socialista. ¿Por qué? Porque entre ellos se entienden, porque ellos son los señores del cotarro.
–¿Qué soluciones plantean para revertir la situación de esa suerte de infierno español que ustedes describen?
–Hemos presentado, hace tres o cuatro semanas, un programa económico y de vivienda para darle una vuelta de 180 grados a la situación de España. En primer lugar hay que abandonar todos los complejos ideológicos en el desarrollo de las políticas; hay que volver a poner la industria de España y el campo en el primer punto de prioridad nacional; hay que llevar a cabo una rebaja masiva de impuestos asociada a una rebaja masiva del gasto público. Mire, hemos localizado 240.000 millones de euros que se dedican a gasto no esencial, que van desde subvenciones a la Alcaldía de Suchitoto en Honduras hasta la Asociación de Mujeres Caficultoras del Cauca en Colombia o la Asociación de Jueces de Mozambique. ¡España da dinero a estas asociaciones! Y por último, en vivienda. ¿Tiene algún sentido que en España en los últimos años no se haya construido nada de vivienda pública mientras estamos gastando dinero en estas subvenciones que acabo de mencionar? Tenemos que conseguir que España pase de ser un país de precarios a ser un país de propietarios.
–¿Qué balance hace de los dos años de legislatura en Asturias?
–La situación es terrorífica en Asturias. Barbón prometió que habría un gasoducto de hidrógeno para suministrar a Arcelor y no está. Es más, Arcelor por el camino ha desmantelado ya todos los procesos de cok. Barbón prometió que se reconvertirían los hornos de Arcelor en hornos eléctricos, y ni están ni se les espera. Teníamos una industria que funcionaba y lo que han decidido es desmantelarla exclusivamente por una ideología radical que no piensa en el bienestar de los españoles ni de los asturianos.
–¿Cómo valora la labor de sus diputados en Asturias?
–Vox en Asturias está un poco también como en toda España. Recientemente me reuní con los ganaderos y me dicen que los únicos que dicen algo razonable somos los de Vox. Y así con otros sectores. Estuve reunido no hace mucho con la gente de de Alcoa, y lo mismo.
–¿Cuál es el secreto de que en una región con tanta tradición industrial y obrera como Asturias sea precisamente entre estas clases donde tienen buena parte de su caladero de votos?
–No hay ningún secreto. Es sólo el sentir de la España traicionada por el bipartidismo, que no es otra que la España trabajadora. A esta gente el socialismo durante décadas le ha ido estafando. Y ahora, cuarenta años después, se encuentran con que no llegan a fin de mes, el trabajo es a temporadas... La industria asturiana y los trabajadores están en peligro de extinción, como los ganaderos y los comerciantes.
–Se acaba de romper el pacto de Gobierno PP-Vox en Tineo.
–No, acaba de romperse, no. Nos han dado una patada en el culo.
–La fórmula para referirse a lo ocurrido se la dejo a usted, pero el caso es que el pacto está roto.
–Sí, pero si dice 'el pacto está roto' es impersonal, como si el propio pacto se hubiese roto a sí mismo. Y no, ha sido la alcaldesa de Tineo la que ha traicionado a los tinetenses y le ha pegado una patada en el culo a Vox. Y lo ha hecho tras sobornar a una de las concejales de Vox para romper al grupo municipal. Esto es lo que ha hecho la alcaldesa. Entonces, el pacto no se ha roto. El pacto lo ha roto el PP en Tineo, como lo rompió Moriyón en Gijón.
–¿Estas rupturas dificultarían un acuerdo con el PP en 2027 si fuera necesario para cambiar el Gobierno del Principado?
–Bueno, creo que alcanzaríamos un acuerdo sin problema, pero un acuerdo en el que se respetasen los votos dados a Vox.
–¿Y para ese acuerdo exigirían formar parte del Gobierno?
–Bueno, eso es adelantarnos muchísimo y es una cuestión que yo creo que en este momento no tiene relevancia. Lo importante es que Vox no va a regalar al PP ni un solo voto de los que los asturianos le hayan dado. Todos los votos de Vox se van a dirigir a dar un giro de 180 grados a la política regional o nacional.
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