«Se llevaba bien con todos», decían en la cofradía de pescadores

La de ayer estaba prevista como una jornada ordinaria en la mar, solo alterada por los últimos coletazos del día de la patrona de Llanes, Nuestra Señora de la Asunción, y un jueves por delante en el que la villa acogía la celebración de San Roque. Sin embargo, pasaban las siete de la mañana cuando en el puerto empezaba a generarse una inquietud provocada por la ausencia de Javier Ardines. El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Santa Ana, Ángel Batalla, estaba ultimando los preparativos de su embarcación para comenzar a faenar cuando observó cómo el compañero de Ardines en el 'Bramadoria' aún esperaba por la llegada del también concejal. «Adrián, el tripulante, decía que no acababa de llegar», contaba Batalla, quien comentó también que su compañero de embarcación «le llamaba pero no le cogía el teléfono». La sensación compartida era de extrañeza ante el retraso del edil y marinero, uno de los más madrugadores del puerto y «siempre puntual».

El resto de barcos de la cofradía llanisca acabaron saliendo a faenar y ya en la mar se enteraron del trágico desenlace. «Me quedé helado, no nos lo esperábamos», relató a última hora de la tarde de ayer Ángel Batalla.

La pérdida de Javier Ardines, dijo, es «un palo, era joven, demasiado joven, solo 52 años». El edil de Izquierda Unida era, además, uno de los integrantes más veteranos de la cofradía y un avezado pescador. «Pescaba muy bien», destacaba el patrón mayor. Pero ante todo, Ardines era «un compañero». «Se llevaba bien con todo el mundo y no se metía con nadie, andaba a lo suyo», abundó Batalla.

De confirmarse la hipótesis en la que trabaja la Guardia Civil, desde la cofradía de Santa Ana confían en que «cojan al que fue». Como marca la tradición cada vez que fallece un pescador, los barcos de Llanes se harán hoy a la mar con la bandera de España a media asta.