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La presencia de visitantes fue constante. NAVAL
La exposición de camelias termina con 350 visitantes

La exposición de camelias termina con 350 visitantes

45 expositores de doce concejos asturianos exhibieron en el edifico Puerta del Mar durante dos días diferentes tipos de la característica flor

FERNANDO DEL BUSTO

SAN JUAN DE LA ARENA.

Lunes, 28 de marzo 2022, 01:19

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Bajo Nalón despidió ayer la quinta exposición de camelias que, entre el pasado sábado y ayer domingo, se celebró en el edificio Puerta del Mar, en San Juan de La Arena, organizada por un grupo de cultivadores locales con el apoyo de la Mancomunidad y la Sociedad Española de Camelias. Cerca de 350 personas pasaron durante las dos jornadas, incluso ayer domingo se recibió un autobús con aficionados de Mieres y Oviedo que aprovecharon para disfrutar de la jornada en La Arena.

Como actividad complementaria, se organizó una visita a las fortificaciones de la Guerra Civil en Ranón. La demanda de visitantes provocó que, en vez de una ruta, se realizasen tres. De hecho, la organización destacaba como hecho más destacado la afluencia de aficionados durante estos dos días. Al final, se sorteó una camelia donada por el vivero Camelias Inclán que se plantará en Aller.

La muestra no tiene carácter competitivo y en ella se vieron las camelias de 45 expositores de doce concejos: Gijón, Valdés, Cudillero, Muros de Nalón, Castrillón, Villaviciosa, San Martín del Rey Aurelio, Aller, Pravia, Salas, Oviedo y Carreño, de donde provenía una hermosa camelia bonsai con más de cuarenta años de edad. El próximo año, la muestra llegará a Pravia.

María Vázquez-Prada es una de las expositoras participantes. En su puesto también se vendían diferentes recuerdos, como láminas o broches de camelias. «Es una planta muy fácil de cultivar y que en Asturias se da muy bien», explica. En Bajo Nalón, la presencia de camelias se data ya en 1910, cuando se plantaron veinticinco variedades diferentes.

Pero la afición se extiende por toda Asturias. José Manuel Díaz Alonso inició hace cuatro años su cultivo en Aller. «Es una planta que le gustaba a mi madre por su flor», apunta. Entre sus ventajas «lo bien que se adapta al clima de Asturias, y también a los suelos que tenemos».

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