Con la nueva PAC las grandes explotaciones cederán ayuda a las pequeñas

«Partimos de que se mantienen los recursos, algo que es tremendamente importante y no se valora», destaca Alejandro Calvo, consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial. «Tendremos dos años de transición y los mismos recursos a futuro», subraya.

La suerte del modelo familiar pasaba por una mayor redistribución. «Había una expectativa general de ello a partir de la creación de menos regiones agronómicas, y ahí la cornisa cantábrica va a estar singularizada», indica. Eso supone que «aquellas explotaciones más grandes, a través de los techos de ayuda y la progresividad de las mismas van a tener que ceder ayuda a las más pequeñas, a la gran clase media», desgrana el consejero.

El pacto verde europeo pasa a ser una de las exigencias que hay que cumplir en el segundo pilar de ayudas. «Es algo que conseguimos hacer ya en el actual periodo, modificando el plan de desarrollo rural para que más del 50% de las ayudas a nuestro segundo pilar estén ya vinculadas a ello, fundamentalmente a las razas autóctonas, la red natura y las zonas de montaña», dice.

El debate nacional se centra ahora en la definición de los ecoesquemas, esto es, las prácticas agrícolas y ganaderas que tienen beneficios climáticos y que recibirán al menos el 25% de las ayudas directas. «Ahí nos jugamos mucho y tenemos una posición conjunta en la cornisa, defendida desde distintos colores políticos», concreta Calvo. «El compromiso del ministerio es tener ecoesquemas específicos que reconozcan a la cornisa y eso haría que Asturias salga muy beneficiada. Estamos muy satisfechos si conseguimos materializar el punto en el que estamos», dice.

Cambios por hacer

Para aprovechar mejor el nuevo sistema, el consejero asume que el sector deberá hacer adaptaciones. Principalmente ir a una mayor «profesionalización y trazabilidad de nuestros procesos agroecológicos tradicionales. A veces la forma en la que producimos no la podemos explicar al consumidor», señala. «Una de nuestras obsesiones es un gran plan de transformación hacia la agricultura y la ganadería ecológica; se ve como un gran salto cuando en realidad están muy cerca de la actividad tradicional», asegura.

Calvo asume que en ocasiones se han visto «como amenazas» las exigencias que llegaban en lo tocante a la gestión de residuos o productor veterinarios, pero insta a hacer «trazable» toda la actividad para «ponerla sobre la mesa con papeles».

En el terreno doméstico, el consejero celebra los avances dados para acreditar el papel que juega el mundo rural en la captación del CO2. El Principado creó la semana pasada el registro de sumideros y avanza un proyecto piloto con el Centro Tecnológico Forestal y de la Madera y Central Lechera. «Es un primer proceso de auditoría y vamos a tener datos muy relevantes; los pastos, como las explotaciones, son grandes sumideros de CO2 y harán que la balanza de Asturias sea tremendamente favorable incluyendo al gran sector industrial», anticipa.

Desde el punto de vista de la planificación, tras el verano la consejería pasará a la oposición la estrategia de desarrollo agroalimentario en la que trabaja con el sector y que tiene como meta crear de 8.000 a 10.000 empleos en una década. «Cuando hablamos del sector primario solemos hacerlo en términos de falta de relevo generacional pero si vamos a toda la cadena, hay sectores con un crecimiento tremendo, cerca de dos dígitos, que ya están incorporando a jóvenes y copando las ayudas Leader que antes iban al turismo», indica.

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El consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo, revisando unos documentos. mario rojas

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Alejandro Calvo: «Con la nueva PAC las grandes explotaciones cederán ayuda a las pequeñas»