«Hay que implicar a la población en las decisiones de Ciencia»

–¿Qué podremos encontrar en esta nueva edición de la Semana de la Ciencia?

–Hemos mantenido el formato de semana, queremos que haya actividades todos los días. Y que sean diversas. Hablaremos de Ciencia y de Bioquímica, porque es el sello del concejo, pero también incluimos temas medioambientales y de actualidad, como una conferencia sobre inteligencia artificial y sus aplicaciones en biomedicina. También preparamos diálogos que puedan interesarnos a todos porque nos afectan en primera persona. Por ejemplo, sobre cómo podemos fortalecer las defensas y la alimentación saludable frente al cáncer. También habrá talleres prácticos, en colaboración con el Instituto de Geociencias del CSIC y la facultad de la Universidad de Física de la Complutense de Madrid.

–Usted misma abordará el debate sobre los posibles límites éticos de la investigación científica...

–Todos los días recibimos bombardeos con noticias de Ciencia. Desde la propia inteligencia artificial a la creación de órganos 3D. Son términos que nos suenan a ciencia ficción, y no se valoran muy bien las consecuencias que puede tener investigar con esto. Es interesante debatir si hay que poner límites éticos y legales a la investigación científica. Haré un repaso de lo aprendido de errores del pasado, desde investigaciones en los campos nazis a las del VIH en África. E intentaré explicar los grandes retos que tenemos por delante; dónde tenemos que poner un freno, si hay que ponerlo en la investigación.

-¿Cuáles son esos retos?

-Hay que implicar a la población en las decisiones de Ciencia y preguntarle si las soluciones que pretendemos darle puede ser así o si puede transformar su estilo de vida para mal. Los valores entre las personas son muy distintos: hay quienes valoran mucho la salud y otros valoran más el concepto de vida o de muerte. Por ejemplo se ve en las posturas muy válidas, pero muy contrarias respecto a la eutanasia; y con lo que es la vida, lo mismo. Nos lleva a si es ético investigar con embriones. ¿Se considera que eso es una vida o no? Hay que tener en cuenta todo y abrir el debate a toda la población.

-¿Estamos preparados?

-La tecnología avanza muy rápido. Hace quince años nos costaba millones tener el genoma de una persona y ahora por menos de lo que nos cuesta un teléfono móvil puedes tener toda tu secuencia de ADN. El problema es qué hacemos con todos estos datos. Si se puede predecir si vas a tener enfermedades, por ejemplo, podría tener efectos en las compañías de seguros. Como la tecnología avanza tan rápido tenemos que ser capaces de ponernos a discutir ya en el presente sobre las futuras consecuencias.

-Serán los jóvenes quienes lideren ese futuro. ¿Cómo se puede despertar en ellos las vocaciones científicas?

-La vocación es algo intrínseco, más que eso hablaría de las decisiones personales. Lo primero es divulgar y formar. No podemos exigir que con 16 años tenga claro qué se quiere hacer el resto de su vida. Lo interesante es mostrarles qué es lo que harían a los 50 si siguen ese camino. Es un buen mensaje pensar en las aplicaciones sociales que tendría tu trabajo, en mejorar la vida de la gente desde la salud a cómo nos desplazamos o comunicamos. También es cierto que los jóvenes, hoy en día, tienen mayor acceso a la información de la que teníamos nosotros. La tienen a golpe de redes sociales y los científicos tenemos que adaptarnos también a esta nueva forma de divulgar. A los adolescentes hay que llegar de otras formas, tenemos que progresar con ellos.

-El occidente asturiano contará con un Polo de Innovación en Luarca.

-Todas las iniciativas que impulsen la Ciencia en el occidente asturiano bienvenidas sean. Sobre todo por el valor que tiene impulsar actividades tecnológicas en el ámbito rural, que es algo a lo que no estamos acostumbrados. La gran ciencia se hace siempre en grandes instituciones, en ciudades. Es una tarea de todos y es muy positivo que se traslade a otras ubicaciones del ámbito rural, siendo conscientes también de las limitaciones. Respecto al Polo, es cierto que en Ciencia hay un déficit entre el sector público y privado. Se necesita mucho incentivar la participación empresarial. Si permite establecer un diálogo entre las empresas locales o inversores extranjeros que pueda beneficiar a la población, perfecto. Es el momento oportuno para hacer una buena estrategia; las cosas hay que hacerlas con un balance y una discusión del estado actual, cuáles son las herramientas que se tienen y hasta donde se puede llegar.

-En Luarca también abrirá el próximo mes la Casa de las Ciencias y el Ayuntamiento ha suscrito un convenio con la Fundación Margarita Salas para la búsqueda de talento entre los escolares del concejo.

-Respecto a la captura de talento joven no puedo estar más de acuerdo. Hay que formar a los jóvenes y hacerles las cosas más fáciles para que puedan llegar a ser lo que quieren ser. Esto es una realidad que en el mundo rural es más difícil, simplemente porque tienes que desplazarte a otros centros. Con las generaciones hemos ido mejorando, pero sigue habiendo diferencias según dónde vivas. Cualquier medida que favorezca que un niño del occidente pueda tener las mismas oportunidades que otro de Madrid u Oviedo es excelente. Y que lo haga, además, de la mano de la Fundación Margarita Salas, con lo que su figura significa para el concejo es una buena iniciativa.