Siete kilómetros para pedir que se acondicione la senda costera entre Valdés y Navia

Las rutas son el nuevo reclamo turístico del verano en la región. Cada vez más foráneos se acercan a la tierrina para contemplar a pie su encanto natural. Para los locales suponen una forma de redescubrir el entorno. Consciente de este «potencial», Armando González convocó una marcha ciudadana que partió ayer de la playa segunda de Luarca para solicitar a las administraciones, tanto local como autonómica, que adecente la senda costera que enlazaría con Navia y que se prolongaría hasta Galicia. En la actualidad, todavía un tramo de bosque de apenas 100 metros impide el paso y obliga a desviarse durante una hora. Además, así se lograría conectar tres espacios valdesanos imprescindibles: los Jardines de la Fonte Baixa, el Parque de la Vida en La Mata y el campo de golf.

Una decena de personas se sumaron a la caminata reivindicativa, que cumplió con todas las medidas de seguridad impuestas por la pandemia, como el uso obligatorio de la mascarilla, gel hidroalcohólico y la propia reducción de aforo. De hecho, el organizador tuvo que rechazar algunas inscripciones para poder adaptarse a la normativa . El grupo de participantes estaba, pues, cerrado de antemano y contó con el acompañamiento de la Cruz Roja. En total, recorrieron unos siete kilómetros a en aproximadamente dos horas y media. González explica que el trazado de la ruta es «sencillo» y que acondicionarla en su totalidad va a permitir «ganar en seguridad», al evitar «caminar entre los coches»,

«El mantenimiento incluso se podría hacer desde las asociaciones, lo que debería tenerse en cuenta a la hora de dar las subvenciones», añade quien también reclama una mayor promoción de este atractivo turístico que podría contribuir a dinamizar la economía de la zona.

Por el momento, las peticiones se centran en interpelar al Ayuntamiento y el Principado, pero no se descarta una manifestación como tal, más numerosa, si no hay una política de apertura de caminos y si la respuesta de la ciudadanía es favorable a la acción. González quiso destacar que la marcha no fue «tanto una reivindicación como un movimiento natural que surge de la gente para vender el concejo y sus posibilidades».