El ocio nocturno recupera hasta el 25% de personal ante el fin de las restricciones
Locales de copas y discotecas rearman sus plantillas para un puente festivo marcado por la vuelta de la barra y los horarios habituales
En este último año y medio, los locales de ocio nocturno solo han funcionado con normalidad tres meses. Así que los empresarios del sector están esperando «como agua de mayo» el decreto del Principado que devolverá la normalidad a sus negocios. Salvo la obligación de usar mascarilla en el interior de los establecimientos, en la madrugada del sábado quedarán atrás las restricciones motivadas por el coronavirus. Los empresarios han empezado a rearmar sus plantillas de cara a un fin de semana en el que, coincidiendo con puente festivo, se recuperarán el consumo en barra y los horarios habituales en discotecas y locales de música amplificada.
Esta vuelta a la normalidad lleva consigo un incremento de personal que, en algunos negocios, llega al 25%, entre «camareros, djs, relaciones públicas, gente de seguridad y limpieza». El objetivo: «Recuperar el empleo de antes de la pandemia». Aunque, como puntualiza Santiago Figaredo, propietario de una discoteca en Oviedo, «las pérdidas han sido garrafales y llevará tiempo».
Negocios como el suyo cerraron a finales del verano de 2020 y no han podido reabrir sus puertas hasta el pasado septiembre, y eso, con restricciones. Hasta que no sea oficial el decreto anunciado el pasado lunes por el presidente del Principado «no me lo acabo de creer», añade Figaredo. La idea es que la resolución autonómica, que prácticamente eliminará las restricciones a la hostelería, se apruebe en la reunión del consejo de gobierno que se celebrará mañana.
«Llevábamos mucho tiempo reivindicándolo, y más desde que otras comunidades eliminaron las restricciones. Este paso es importante», sostiene Ángel Lorenzo, popular hostelero gijonés. Espera que la 'nueva normalidad' de los locales de copas sirva de fuerza tractora a hoteles, restaurantes o taxis. «Lo hemos pasado mal y ahora, encima, la subida de la electricidad. Se nos van a duplicar las facturas, porque el consumo de luz en el ocio nocturno es muy alto», pone sobre la mesa Lorenzo. Por su parte, Miguel Villabrille, que ha tenido que reinventar su negocio de Avilés para sobrevivir a la crisis sanitaria, respira ahora que puede retomar su actividad original como local de copas. «Parecía que esta pesadilla nunca se iba a terminar», afirma. Como muchos empresarios del sector, se preparan estos días para afrontar «la complejidad» de hacer cumplir las medidas preventivas que aún siguen en vigor, como el uso de mascarilla.
