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El presidente del Principado, Adrián Barbón, y Mari Luz Ania, viuda de Marcelino Gutiérrez.

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El presidente del Principado, Adrián Barbón, y Mari Luz Ania, viuda de Marcelino Gutiérrez. DAMIÁN ARIENZA

Orgullo por un periodista «honesto», con Asturias «siempre en el corazón»

La viuda de Marcelino Gutiérrez recoge con «satisfacción y dolor» la Medalla concedida a título póstumo al director de EL COMERCIO fallecido hace un año

Lunes, 9 de septiembre 2024, 02:00

Compromiso con la verdad. Amor por Asturias. Dedicación. Reflejo del periodismo de calidad. Y un largo etcétera de argumentos que explican el por qué de la distinción que el Gobierno autonómico le ha concedido a Marcelino Gutiérrez y que se ajustan como un guante a la personalidad y desempeño profesional de quien dirigió EL COMERCIO hasta su inesperada muerte en septiembre de 2023. Una muerte de al que se cumple un año el próximo día 24.

Así que la entrega a título póstumo de la Medalla de Asturias, la máxima distinción que se otorga en el Principado, deja una sensación agridulce. Una gran alegría por este reconocimiento unánime. Pero también, como no, una profunda tristeza por una ausencia que no se llena ni en casa ni en la redacción del periódico al que llevaba vinculado media vida. «Nosotros, como la familia de Aníbal,preferiríamos que siguieran aquí, haciendo de Asturias un lugar mejor cada vez que tenían ocasión, y celebrando esta fiesta con nosotros», compartía ayer la viuda de Marcelino Gutiérrez con los asistentes al acto. «En la misma medida en la que les echamos de menos, sin embargo, sentimos el orgullo más grande», prosiguió Mari Luz Ania Tamés.

Ella fue quien recogió la Medalla de Asturias concedida a Marcelino. Y quien, en su discurso, explicó que «estar aquí ahora, con esta satisfacción y este dolor significa que los y las asturianas también sienten el orgullo de haber tenido a Marce como amigo, como compañero, como periodista que siempre llevó a Asturias en el corazón». Muchos amigos, compañeros y personalidades que le trataron en su día a día –empezando por su hermana, Vanessa Gutiérrez, consejera de Cultura– estaban ayer en el salón de actos del Palacio de Congresos y Exposiciones del Calatrava, respondiendo a la mención de Marcelino con un sonoro aplauso, en señal, sin duda, de ese orgullo compartido que reconforta a la familia.

Iñigo Noriega, director de 'El Diario Montañés' y exdirector de EL COMERCIO; Jaime Rojo García-Conde, consejero de EL COMERCIO; Sheila Pérez Vaca, subjefa de Internet de nuestro diario; Iñaki Arechabaleta, consejero delegado de Vocento; Aida G. Fresno, del área de audiovisual de EL COMERCIO, Mónica Yugueros, jefa de Audiovisual de nuestro periódico; Iñigo Barrenechea, director general de Prensa Regional de Vocento; Mari Luz Ania, viuda de Marcelino Gutiérrez; Ignacio Pérez, director general de EL COMERCIO; Ángel González, director de nuestro diario; José María Fernández, presidente del Consejo de Administración de EL COMERCIO; Daniel Fernández, jefe de Asturias y Política; Marcos Moro, redactor de la sección de Gijón; María de Álvaro, jefa de Contenidos del periódico; Eduardo Paneque, redactor del área de Internet; Laura Fonseca, jefa de la sección de Gijón; Fernando Belzunce, director general Editorial de Vocento; Leticia Álvarez, directora adjunta de EL COMERCIO, y Carlos Prieto, jefe de Continuidad . D. Arienza

Fue ayer un día para recordar a este periodista de raza, enamorado hasta las trancas de su profesión y devoto de la actualidad, especialmente la de su tierra. Pero también para el agradecimiento. «Gracias al presidente y al Consejo de Gobierno por concederle a Marcelino el reconocimiento más importante que otorga Astuiras», comenzó Mari Luz Ania Tamés. «Gracias a EL COMERCIO y al Grupo Vocento, que vieron en él una promesa y le permitieron llegar a ser el periodista honrado y comprometido que fue», encadenó. «Gracias a sus compañeros por ayudarle en cada proyecto y en el día a día durante los 25 años que dedicó al periodismo», señaló también.

Pero, «si Marcelino estuviera aquí», según su viuda, «sin duda daría las gracias a sus padres –José Ramón y Tinina–, que hicieron el más grande esfuerzo por apoyarle en su carrera». Y como no, a la niña de sus ojos: «Sin duda, daría las gracias también a su hija, Mari Luz, por ser generosa y renunciar a tantos momentos juntos en aras de su trabajo», que le consumía todas las horas del día y más. Especialmente desde que tomó las riendas del periódico en 2016, convirtiéndose en el director más joven del decano de la prensa asturiana.

Decía su mujer en un vídeo previo a la entrega de la Medalla de Asturias que «Marce era honestidad, interés, preocupación, respeto». Resumía así su faceta profesional, que también alabó el presidente del Principado en su discurso: «Unos sólo aspiran a intoxicar y Marcelino Gutiérrez aspiraba a informar con un periodismo crítico». En el ámbito familiar, Mari Luz empleó una sola palabra para definir a su marido: «Era la roca en la que nos apoyábamos».

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