Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Ángela Melendi, a sus ocho años, la productora más joven del festival, que fue galardonada junto a la más veterana, Margarita Coviella. Miguel Rojo

Explosión de sabor por el futuro de la avellana

El LIV Festival de la Avellana de Piloña congrega a muchos visitantes y a 65 productores, que vendieron 3,8 toneladas del fruto en una mañana con muchos más atractivos

Miguel Rojo

Gijón

Domingo, 5 de octubre 2025

Comenta

Hay motivos para la esperanza, pero no menos para el aviso. El sector avellanero asturiano languidece, pero no de forma irrecuperable. Miles de visitantes dieron muestra, en la quincuagésimocuarta edición del Festival de la Avellana de Piloña, de que este fruto seco tiene una legión de devotos, léase clientes potenciales, que ofrecen a los productores un amplio campo de crecimiento.

Pues nada menos que 3.800 kilos de avellana, algo más pequeña de lo habitual, pero igual o más sabrosa, se vendieron en la feria, con algunas novedades. La más simpática, la pequeña Ángela Melendi, que con sólo ocho años se plantó, resuelta a vender con orgullo el resultado de su trabajo y de la colaboración de sus familiares de Las Cuevas. La organización la distinguió como buena continuadora de productores como Margarita Coviella, de La Marea, la más veterana de este certamen y también galardonada. Junto a ellas había otros 63 productores. De Piloña, de las clásicas zonas avellaneras de Les Cuerries, Espinaréu, La Marea, El Pedrosu, Ríofabar, Coya, Lozana, El Texedal y Las Cuevas.

Y también de concejos cercanos, como Caso, Laviana, Cangas de Onís y Amieva, pero también de Peñamellera Alta, Quirós, Santo Adriano, Belmonte de Miranda, Yernes y Tameza y Llanes. Precisamente de éste último, de la pequeña localidad de Turanzas, vino Carlos Cuanda con 125 kilos de una variedad, la negreira de Tarragona, que ha conseguido arraigar en Llanes, con una pequeña plantación de 28 árboles que se ha demostrado viable y que podría crecer.

Porque crecer y profesionalizar las plantaciones parece la única opción viable para un fruto que no puede seguir siendo un añadido a la economía familiar. Los costes, de otra forma, no permiten obtener un beneficio razonable con un precio, igual que el del año pasado, de nueve euros por kilo.

Y, ojo, que diversificación y nuevos mercados sí que tiene la avellana. El piloñés Nacho Sariego fue una buena muestra, con su aceite de avellana (un potente hidratante, nutritivo y antioxidante para la piel, así como un potenciador de los efectos de los aceites esenciales) y su harina de avellana, rica en grasas saludables, proteínas y fibra y apta para celíacos. Sólo dos de las muchas aplicaciones de la avellana, como también la asturiana crema de avellanas Asturcilla, que estuvo en la feria, o el turrón de avellanas, la asturianización de este dulce, elaborado en Felechosa.

El alcalde, Iván Allende, se mostró «muy satisfecho con el desarrollo del Festival, que demuestra que el sector mantiene el vigor». El premio al Mantenimiento de Plantaciones fue para Eloy Mosteiro, de El Moro; seguido por Isolina Lobeto, de El Pedrosu, y Manuel García, de Pintueles. En cuanto a calidad de la avellana, el primer lugar fue para Román Canal, de El Texedal, seguido por María del Carmen Coballes, de Les Cuerries, y Victoria Espina, de El Piñuecu.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Explosión de sabor por el futuro de la avellana