Llanes no olvida a Bernard, «el mejor amigo que podías tener»

El concejo de Llanes no olvida a uno de sus hijos más queridos. La bonhomía que durante sus 45 años de vida destiló el mecánico llanisco Bernard Marcos le convirtió en un auténtico coleccionista de amigos, algo que ayer volvió a quedar patente durante el emotivo homenaje motero que más de doscientas personas le rindieron con motivo del aniversario de su muerte. Como sucedió aquel 4 de septiembre de 2020 cuando la noticia de que el fallecido en el brutal accidente de tráfico ocurrido a la entrada de Balmori era el propietario de Motos Bernard, ayer la localidad enmudeció. Así, en medio de un silencio solo roto por el ruido de los motores a los que dedicó su vida, los familiares y amigos de Bernard le volvieron a llorar, porque la herida, demasiado reciente, aún sigue abierta.

Tras dirigirse en caravana hasta el pueblo de Barro, del que era natural el fallecido y donde reposan sus restos, los moteros regresaron por Posada hasta el punto donde perdió la vida su compañero. Allí, en esa fatídica curva, una enorme roca recordará para siempre al mecánico que se fue demasiado pronto. Sobre ella, una placa que su mujer, Marta González, se encargó de descubrir reza «Tus amigos te llevaremos siempre en el corazón», así como una de sus frases más características y que a quienes trataban habitualmente con él les dibuja inmediatamente una sonrisa en el rostro: «¡Pa mañana está!». Era, recordaban ayer sus allegados, las palabras con las que recibía cualquier encargo o petición en su taller.

Porque si algo caracterizaba a Bernard era su «total disposición a colaborar en cualquier evento y a ayudar en todo, era el mejor amigo que podías tener», aseveró Juan Antonio González, presidente del motoclub Los Santinos, al que pertenecía el homenajeado y con el que colaboró durante años de forma desinteresada igual que con el Club Vespa Llanes. «Queríamos hacerle un homenaje y en seguida se sumaron el resto de entidades con las que Bernard trabajó y en las que le recuerdan con muchísimo cariño», agregó.

Tras el descubrimiento de la placa, Ramón Marcos, padre de Bernard, quiso dirigir unas palabras de agradecimiento a los presentes en nombre de toda la familia. «La pena nos invade», aseveró, y recalcó lo difícil que es convivir durante un año con «la ausencia de un padre, un esposo, un hijo y un hermano». Eso sí, reconoció que en todo este tiempo «no pasó ni un solo día sin que recibiésemos el apoyo de tantos amigos, que nos ayuda a seguir adelante». El homenaje de ayer, reconoció, «nos desborda». «Es una muestra de la amistad que supo cultivar Bernard, de cómo siempre estaba dispuesto a ayudar», señaló, y comentó, con una sonrisa, que «seguro que allí donde esté le estará diciendo a algún otro motero que 'estos de aquí abajo se pasaron siete pueblos'». «Yo no sé si os pasasteis siete pueblos o veinte, pero sí sé que llegasteis a los pueblos del cariño, la justicia y el reconocimiento y toda la familia os estamos muy agradecidos por ello», concluyó.

Precisamente a la justicia hacían referencia los amigos de Bernard, quienes ayer confiaron en que «si el otro conductor realmente fue el culpable del accidente, que lo pague».

El siniestro tuvo lugar el 4 de septiembre de 2020 en la carretera AS-379 a su paso por Balmori, cuando el coche que conducía el llanisco A. H. H., de 43 años, invadió el carril por el que circulaba Bernard junto a su empleado R. S. O. Como consecuencia del brutal choque el mecánico falleció, su copiloto y el conductor del otro vehículo resultaron heridos graves y una mujer y una menor que acompañaban al otro hombre sufrieron heridas leves. Durante su comparecencia ante la jueza llanisca el pasado mayo, A. H. H. aseveró no recordar nada del accidente, pero el informe de la Guardia Civil recoge que conducía a 93 kilómetros por hora, «sin cinturón de seguridad, sin carné y sin seguro». Aún no hay fecha para el juicio.