Una redada y tiros al aire en menos de 24 horas en Cangas de Onís

Entre el lunes por la tarde y la madrugada de hoy, martes, la capital canguesa fue el escenario de dos incidentes que, afortunadamente, acabaron sin heridas para ninguno de los implicados, pero, eso sí, con la detención de dos personas. El primero ocurrió en la tarde del lunes, cuando un individuo se introdujo, portando un cuchillo y un martillo, en un taller mecánico de la capital, en el que se encontraban varias personas, profiriendo gritos y amenazas. Siempre según la versión de testigos del incidente, el hombre no habría pasado de las palabras a la agresión física. Alertados por el griterío, varios vecinos se pusieron en contacto con la Guardia Civil, que envió varias patrullas al lugar.

Cuando los agentes intentaron frenar al individuo, este habría hecho gestos amenazantes y proferido también increpaciones a los agentes, al punto de que acabó siendo denunciado por atentado contra la autoridad. De hecho, uno de los agentes, ante el rápido avance del hombre hacia él esgrimiendo los mencionados cuchillo y martillo, tuvo que disparar al aire para evitar males mayores. El hombre fue detenido y esta mañana se encontraba en los juzgados de Cangas de Onís, a la espera de que un médico forense determinase si había sufrido, o no, un brote psicótico.

Los juzgados estuvieron esta mañana especialmente activos, con un amplio despliegue de agentes de Guardia Civil y de la Policía Nacional que llamó la atención de muchos vecinos de Cangas de Onís, por lo inusual de la presencia de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en tal número. Se debía, además del incidente ya relatado, a una redada que tuvo lugar de madrugada (empezó hacia las tres de la mañana) en el centro de Cangas de Onís, para inspeccionar un domicilio, en el que se detuvo a una mujer. No trascendieron las causas ni la acusación que pesa contra ella, pero sí que la redada había sido ordenada por la Audiencia Nacional, según fuentes cercanas a la investigación.