La rehabilitación «integral» de San Emeterio atajará humedades y deslizamientos

La iglesia de San Emeterio, en la localidad ribadedense de Pimiango, será objeto de una rehabilitación «integral» por parte de la Consejería de Cultura. La obra comenzará pasado el verano, se prolongará hasta 2024 y alcanzará los 255.902 euros, de los cuales 100.000 están ya consignados en el presupuesto autonómico de este año. De ofrecer los detalles de la obra se encargó ayer el director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, quien afirmó que «es el momento de intervenir en la iglesia», cuya titularidad corresponde al Arzobispado de Oviedo. En una presentación junto al alcalde, Jesús Bordás; representantes de la asociación local Comandefe y vecinos de Pimiango explicó que el «problema fundamental» del templo es el de las humedades. La pendiente del terreno arrastra el agua hacia el muro sur, por donde «se filtra hacia el interior en grandes cantidades, hasta el punto de llegar a salir por la puerta de la fachada contraria». Por esa fachada sur comenzarán las obras, con la reconstrucción del muro y creación de un sistema de drenaje. Para el muro norte, por su parte, se plantea un «refuerzo». En esa zona el problema es de deslizamientos, por lo que es necesaria la «contención y consolidación». Un tercer eje de la intervención pasa por la reparación de la cubierta, de desconchados y grietas y de la «inestabilidad» de la espadaña. En la techumbre tratarán de recuperar «todas las piezas de madera posibles».

Como paso previo a las obras está prevista la realización de un estudio arqueológico. Toda la actuación estará también «supervisada» por arqueólogos. Pablo León añadió que dada la «complejidad» del terreno se efectuará asimismo un estudio geológico.

El alcalde recordó que hasta la fecha tanto el Ayuntamiento como la Comandefe han realizado reparaciones «dentro de sus posibilidades» y gracias a ese esfuerzo «sigue en pie». «Es un proyecto necesario por el estado en el que se encuentra el inmueble», dijo Bordás, quien consideró que San Emeterio «es una joya y se le debe sacar brillo».

La también conocida como ermita de Santu Medé data de entre los siglos XIV y XVIII. La cabecera del templo, adscrita al gótico o tardo gótico, fue construida entre los siglos XIV y XVI. Más tarde se amplió con la nave, el cabildo y la casa de novenas. El templo fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2020 junto a las ruinas del monasterio de Santa María de Tina, también en Pimiango. Pablo León recordó por ello que se trata de un «área de excepcional valor».

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