Los restos de lobo obligan a cerrar la piscina de Infiesto el resto de campaña

La aparición este domingo de la cabeza y el rabo de un lobo flotando en la piscina de Infiesto tendrá más consecuencias de las inicialmente previstas. El espacio municipal tampoco pudo abrir sus puertas ayer, como ya sucedió el domingo, y desde el Ayuntamiento señalan que tampoco está prevista la reanudación del servicio en lo que queda de temporada, que finaliza este mismo viernes. Así lo comunicaban a primera hora de la mañana de ayer tras ponerse en contacto con Salud Pública. «Después de los hechos vandálicos nos vemos en la obligación de proceder a renovar todo el agua del vaso principal de la piscinas y proceder a su limpieza integral», explicó el equipo de gobierno.

Ese vaciado y sustitución del agua durará varios días, por lo que queda descartado que los trabajos estén terminados para antes del día 31, fecha prevista para el fin de la temporada. «Siendo conscientes de que los usuarios de nuestras instalaciones deportivas no tienen por qué asumir las consecuencias de actos deplorables, como el ocurrido la noche del pasado sábado, estamos intentando, junto con nuestros servicios jurídicos, aumentar el plazo de apertura de las piscinas y compensar así el número de días que permanezcan cerradas las instalaciones», indicaron desde el Consistorio.

Mientras el Ayuntamiento dirime el saneamiento del espacio municipal, en el Principado se ocupan ya de analizar los restos de lobo hallados en el agua. Desde la Consejería de Medio Ambiente indicaban ayer que la necropsia queda descartada al haberse hallado únicamente cabeza y rabo, por lo que se realizará un estudio biomolecular y toxicológico a partir de la testa del cánido. El fin, indicaron, es encontrar indicios sobre la causa de la muerte. En paralelo, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investiga también el incidente para esclarecer lo sucedido y tratar de dar con los responsables.

La cabeza y la cola del lobo aparecían a primera hora del domingo flotando en el vaso principal de la piscina, situada en el área recreativa de La Cueva y pegada a la carretera AS-254 que conecta Piloña con el concejo de Caso.

Fueron los propios operarios quienes se encontraron con la macabra estampa poco antes de abrir las puertas del recinto. Inmediatamente procedieron a dar aviso a las autoridades competentes y hasta el espacio municipal se trasladaron en un primer momento Policía Local y Guardería. Durante la jornada del domingo se procedió a depurar las aguas y la intención original del Ayuntamiento era la de reabrir la piscina a lo largo del día de ayer.

El registrado este fin de semana es el primero de los hallazgos de cadáveres y restos de lobos en lo que va de año en la comarca oriental. Sin embargo, no es una práctica aislada y a lo largo de 2017 se sucedieron hechos similares en distintos concejos. Durante el mes de febrero apareció el cuerpo de un cánido depositado entre dos coches en la avenida de Castilla de Cangas de Onís, en la salida de la localidad hacia la carretera del Pontón. Dos semanas más tarde aparecían en Arriondas otros dos cadáveres bajo un coche, en un aparcamiento. En 2016 se localizaron dos cabezas colgadas del Puente Romano, a ambos lados de la Cruz de la Victoria, y en noviembre del mismo año el cuerpo decapitado de un lobo fue introducido en el coche de unos guardas del Medio Natural, mientras estaba aparcado en las inmediaciones del Centro de Precintaje del Portazgo. En el caso del concejo piloñés, un lobo muerto apareció a las puertas de la oficina comarcal de la Consejería hace una década.