El Sella peregrina hasta la Santina
Los piragüistas riosellanos ofrecieron los éxitos de la temporada a la Virgen | En la marcha, que partió desde Soto de Cangas, participaron un centenar de deportistas y familiares que después compartieron una comida
L. RAMOS
COVADONGA.
Martes, 10 de diciembre 2019, 00:07
El que termina ha sido un dulce año de éxitos para el Club de Piragüismo El Sella de Ribadesella y sus componentes quisieron ayer compartirlos con la Santina, patrona de todos los asturianos. Para ello, un centenar de piragüistas y sus familiares participaron en una peregrinación hasta el Santuario de Covadonga.
La actividad, que según explicaba el director y entrenador del club, Alberto Llera, se realizaba este año por primera vez, pretendía celebrar los buenos resultados y, a su vez, ofrecérselos al que es «un símbolo para todos». «Este año conseguimos la victoria por equipos en el Descenso Internacional del Sella, así como diferentes medallas en los campeonatos de Asturias y España», indicó Llera, y aseveró que «son éxitos muy importantes para una entidad modesta como la nuestra».
Uno de los artífices de esos éxitos fue otro Alberto Llera, pero de diecisiete años, quien se proclamaba en abril, en Sevilla, campeón juvenil de España. Tanto él como sus compañeros Eloy Palacios, Juan Rosete y Álvaro Fernández, se mostraban ayer encantados con esta novedosa actividad que les permitió pasar un día diferente junto al resto de piragüistas del club.
En la mayor parte de los casos el acercamiento a este deporte se produce precisamente a través de la familia, al existir una amplia tradición en los concejos ribereños del Oriente. Es el caso de la joven Alexandra Díaz y su compañera Laura Alonso, ambas de diecisiete años y quienes ayer se confesaban enamoradas del Sella, «el río que llevamos viendo toda la vida y donde más nos gusta competir».
A la peregrinación también acudieron dos de los piragüistas más veteranos y galardonados del club, Walter Bouzán y Roberto Geringer, dos espejos en los que los más pequeños se miran a diario. «Es estupendo poder transmitir a los chavales todos los valores que a mí también me dio el deporte y que son fundamentales para la sociedad», aseveró el bicampeón del Mundo, quien acudió con su familia al completo, incluido su perro 'Nelo'.
Una vez en el Real Sitio los deportistas fueron recibidos por el abad, Adolfo Mariño, quien ejerció como anfitrión durante el ofrecimiento ante la Santina y, posteriormente, compartieron una comida de hermandad con viandas llevadas por las propias familias.