«¿Permitirán entrar en los cementerios el día de Todos los Santos?»

Preocupación y miedo. Este es el sentir de los propietarios de floristerías ante el desconocimiento de lo que ocurrirá a partir del 27 de octubre hasta el 2 de noviembre. «¿Permitirán subir y entrar en los cementerios en Todos los Santos?», cuestiona Javier Estrada, propietario de Flores María Jesús, local situado a la entrada del cementerio de Oviedo, un negocio que abrió su madre y en el que ella trabajó 40 años. Él lleva como gerente 21 años. Tras la llegada de la pandemia del coronavirus perdió «mercancía por valor de 5.000 euros por el día del padre. Hubo que tirar el material y la floristería estuvo cerrada desde el 14 de marzo hasta el 11 de mayo», lamenta Estrada. También Begoña Arboleya, propietaria de Flores Begoña -un establecimiento que también abrió su madre y está situado a la entrada del mismo cementerio-, calculó haber sufrido las mismas pérdidas durante San José. «Nadie se puede organizar, vivimos de semana a semana, porque tenemos la incertidumbre de ver lo nuevo que pasa, qué restricciones va a haber y cómo vamos a estar en Asturias».

Ahora, explica Estrada, «los proveedores nos están dando margen para pedir las flores. La mayoría vienen de Colombia y de Ecuador y hay que pedirlo con bastante tiempo de antelación para, entre otras cosas, reservar los vuelos», detalla. Las aglomeraciones que se originan todos los años durante estas fechas generan incertidumbre. «Necesitamos saber qué va a pasar, el 50% tenemos que pagarlo por adelantado. Sabemos que este año vamos a tener que comprar menos flores que otros, por el miedo de la clientela», indica. En su floristería estima que solo en comprar el material invertirá 30.000 euros, de los que tendrá que adelantar 15.000.

A la espera de la respuesta por parte del Ejecutivo, tanto Estrada como Arboleya piden «a los clientes que hagan sus encargos con bastante antelación para saber a qué atenernos y evitar así aglomeraciones y colas».

Arboleya piensa que Todos los Santos «es una fecha señalada ahora más que nunca, por todo lo ocurrido. La gente que murió durante el confinamiento, entierros sin que se pudieran despedir... Los ciudadanos están pendientes de subir y velar a los fallecidos, de expresarles un 'te quiero', un 'te echo de menos' a través de las flores», explica. Eso sí, y en positivo, notó un aumento de las ventas para aniversarios y cumpleaños, y plantas y flores para las casas porque «dan alegría».