Los partidos se conjuran para orillar el electoralismo y aprobar reformas en la recta final de la legislatura
La oposición se abre a debatir un presupuesto que estimule la natalidad. La derecha pide menos tasas y la izquierda del PSOE un nuevo estatuto
Comienza la recta final de la legislatura, cuando los partidos apuran su capacidad de cosechar éxitos que presentar a su electorado. En las próximas semanas ... la actividad será frenética, con leyes claves que se deben negociar o abortar y un presupuesto autonómico de 2023 que se empieza a presentar como la vacuna contra el golpe psicológico que supondrá caer del millón de habitantes. En el orden interno de cada partido tocará seleccionar nuevos candidatos para los comicios o renovar a los que hay.
Con esa agenda regresaron los diputados y libraron el pleno institucional del Día de Asturias. El formato concede siete minutos a cada portavoz y un último turno al presidente de la Junta General. No hay interpelaciones y la sesión funciona como un tanteo antes de que, la próxima semana, se desate el debate de orientación de política general, un pimpampum en el que el presidente del Principado lanza sus promesas y ofertas y cruza impresiones con cada partido.
El reencuentro tras el parón veraniego y las reglas del pleno invitan a dejar sobre la mesa prioridades y a eso se atuvieron las formaciones. Hubo consenso en orillar las tensiones electorales y buscar reformas, también disposición a negociar los presupuestos. Luego ya cada cual puso sus acentos salvo Vox, que directamente optó por salirse fuera de ese marco y hablar el idioma de las esencias.
Los socialistas pusieron la lupa en la negociación presupuestaria, para la que necesitan tres de los 25 escaños controlados por la oposición. «Esas son las cuentas que pondrán a prueba nuestro auténtico compromiso con Asturias», animó la portavoz Dolores Carcedo. «Qué mejor manera de celebrar Asturias que seguir invirtiendo en sanidad, poner a disposición de quienes más lo necesitan herramientas de inclusión, crecimiento y oportunidades», indicó la socialista.
El presidente, Adrián Barbón, avanzó el lunes que el borrador «será la prueba de mi compromiso frente al reto demográfico», guante que con sorna le recogió la líder del PP, Teresa Mallada. «Me llenó de orgullo y satisfacción porque entiendo que, a pesar de evitar durante toda la legislatura escuchar los planteamientos del PP, en estos momentos, más vale tarde que nunca, ha empezado a hacerlo». Ironías al margen, la líder de la oposición se ofreció a negociar las cuentas y buscar soluciones «de consenso a los principales problemas de los asturianos: el desempleo, la crisis industrial y la excesiva burocracia, y la caída demográfica».
- Dolores Carcedo PSOE «No es tiempo de cuentas electorales, sino de las de Asturias de 2023»
- Teresa Mallada PP «Presidente, le tiendo la mano para trabajar en el presupuesto de 2023»
- Susana Fernández Ciudadanos «En 40 años los asturianos no han tenido el gobierno y la oposición que se merece»
- Rafa Palacios Podemos «Ahora todos los esfuerzos deben centrar el dinero público en políticas sociales»
- Ángela Vallina IU «La demografía enferma es una muestra de que la política no está a la altura»
- Adrián Pumares Foro «No está en la cabeza de la ciudadanía quién ocupará estos escaños en un año»
- Ignacio Blanco Vox «De haber sustituido Adrián Barbón a don Pelayo, hoy tendríamos un califa»
- Armando Fernández Grupo Mixto «La falta de coraje y reformas puede acelerar posiciones antidemocráticas»
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¿Serán capaces sus señorías? «No podemos arruinar el presente recordando un pasado que ya no tiene solución», dijo la portavoz del Cs, Susana Fernández, para a renglón seguido añadir que «en 40 años los asturianos no han tenido la fortuna de contar con un Gobierno ni una oposición que pongan a Asturias donde se merece». La diputada se abrió a «ceder para acordar» un presupuesto y unas reformas legislativas que deberían servir para contar con una región con menos impuestos y más empleo.
A la izquierda del PSOE la música común fue un alegato a los servicios públicos, pero con tonos distintos. Rafa Palacios, de Podemos, dejó claro que «todos los esfuerzos deben destinarse a cuidar y proteger a las familias, concentrando el dinero público en políticas sociales». Luego ya consagró un tercio de su discurso a reivindicar un nuevo estatuto de autonomía, «un proyecto de país que Asturias necesita».
Ángela Vallina, por parte de IU, asumió que «Asturias no merece perder el millón de habitantes y si lo hace es porque la política desarrollada hasta ahora a fracasado». Abogó por un «asturianismo material» que desde la Cámara llegue al Gobierno y deje fuera «asturianismos de montera picona».
La batalla de Covadonga, en el recuerdo
Adrián Pumares, de Foro, lamentó «la oportunidad perdida que para el Principado han supuesto las celebraciones del XIII Centenario de la Batalla de Covadonga» y reclamó dejar de perder oportunidades históricas.
Por la referencia a Pelayo entró el portavoz de Vox, Ignacio Blanco, clamando contra la «relajación de las costumbres» que llevarían a la decadencia. «Solo recuperando los valores que hicieron grande a España volveremos a ser grandes», dijo.
Para su debut como portavoz del recién creado Grupo Mixto, el exdiputado de Cs Armando Fernández Bartolomé, tiró de Jovellanos «y la Ilustración que tan buenos frutos nos dio». «La querencia por la subvención y la ausencia de rendición de cuentas las hemos arrastrado estas cuatro décadas» de autonomía, por lo que apremió a aprovechar la recta final para pactar las reformas que la región precisa.
Cerró Marcelino Marcos, el presidente de la Junta, con un alegato al optimismo y una reivindicación del mundo rural, reclamando que el reto demográfico sirva para «que una parte de Asturias deje de ser la Asturias vaciada, y la otra la Asturias amontonada».
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