Incendios en Asturias

El Principado pagará hasta 1.200 euros por hectárea quemada y el 100% de la reforestación

Tras un Consejo de Gobierno celebrado en Tineo, el jefe del Ejecutivo regional cifró en 32.000 las hectáreas arrasadas en esta oleada de incendios, de las que «12.000 son arbolado», la mayoría de titularidad privada. «Es la mayor agresión en materia forestal que ha sufrido Asturias», indicó. «Por primera vez en la historia habrá subvenciones para quien ha perdido su monte, antes solo dábamos ayudas para reforestar», añadió. La compensación será de un mínimo de 500 euros por hectárea arrasada hasta un máximo de 1.200, graduado en función del «valor de la plantación, la densidad, la edad y el tipo de arbolado».

En paralelo, «en las próximas semanas» se empezará a sacar subvenciones a la reforestación que cubrirán «el 100%» de los costes de volver a plantar. El plan inicial del Principado era ofrecer un máximo de cuatro millones a los particulares, pero ha ampliado el fondo hasta los 5,5. A los ayuntamientos se les iban a ofrecer unos 700.000 euros, pero la partida también se ha estirado hasta los 850.000. «Si en los próximos meses vemos que es necesario seguir ampliándolas, lo haremos», matizó.

Se mantiene vigente la norma que impide aprovechar el dinero público para reforestar con eucalipto. «Lo que se haga tiene que ser un ejemplo de hacia dónde tiene que ir nuestra gestión forestal», abundó Alejandro Calvo, consejero de Medio Rural.

El Principado asume que estas ayudas a la reforestación llevarán su tiempo y que la prioridad inmediata con los propietarios de montes es autorizar las cortas para que salven la madera aún viable. Sí esperan empezar a aprobar por vía urgente y en Consejo de Gobierno, «entre mayo y junio», las primeras ayudas directas diseñadas para los particulares y ayuntamientos que sufrieron daños. A los ciudadanos se les compensará por los perjuicios en sus viviendas, casetas de aperos y naves agrícolas, entre otros, siempre que los acrediten.

A los consistorios, por los deterioros que hayan sufrido infraestructuras como líneas de banda ancha, saneamiento, depuración y carreteras. El Principado ha dado plazo hasta el 30 de abril a los alcaldes para que les remitan los partes de daños, que serán utilizados también para solicitar al Gobierno central la declaración de zona catastrófica, lo que amplía la posibilidad de captar recursos de la Administración central.

Por otra parte, la Administración regional asegura haber puesto ya a disposición de los ayuntamientos un fondo de 2,4 millones, previsto en el presupuesto vigente, para que tomen medidas de prevención de incendios. «Algunos grupos que hoy hablan mucho votaron en contra de ese presupuesto», recordó Barbón. Además, prevé «movilizar 13,5 millones entre 2023 y 2025 a través de los fondos Feader para la defensa de los incendios».

La idea en la que trabaja el Principado es la de preparar a los pueblos para que sean capaces de defenderse en caso de una nueva oleada de incendios. Se sigue así el ejemplo ya desarrollado en el Grupo de Desarrollo Rural Alto Narcea-Muniellos, donde un proyecto piloto fue analizando cada pueblo, determinando si contaba con bocas de agua, estaban averiadas, si la población tenía dificultades de movilidad, dónde sería mejor confinarla en caso de verse cercada por las llamas, y se impartieron talleres para el manejo de mangueras y medios de extinción. Además se dotó a las poblaciones de este tipo de equipamientos. «Trabajaremos con los vecinos para organizar bien la autodefensa de los pueblos», aseguró Barbón.

Medio Rural madura además una nueva resolución que acostumbra a sacar los meses de mayo con medidas de prevención de incendios forestales. La preocupación ahora es definir mejores distancias entre los bosques y las poblaciones y hacer que se cumplan.

El presidente Barbón insistió en que la oleada de incendios «marca un antes y un después». «Hemos sufrido un atentado, como consecuencia de la actuación de auténticos criminales que atentaron con mechero contra los intereses de Asturias».

Calificó de «indecencia» poner en duda la intencionalidad de las llamas y culpar de la situación al estado de los montes, dado que ardieron «algunos de los mejor cuidados de la región». «Los culpables son los que prendieron la mecha, tienen rostro y lo veremos en los próximos meses cuando lleguen las condenas», aseguró Barbón.

Para ello solicitó la colaboración de los ciudadanos en la persecución de estos delitos.