Reacciones al balance de Barbón: solo gustó a UGT

La primera le reprocha «un balance sesgado», al «obviar la huelga educativa». La segunda le pide «que cumpla con las personas y ofrezca certezas y dé soluciones».

Más duros han sido Queipo, López y Pumares. Para el primero, «el balance presentado por el presidente Adrián Barbón ha sido autocomplaciente, irreal y profundamente decepcionante. Es el más claro ejemplo de un triunfalismo vacío de resultados eficientes para Asturias, su balance es el resurgir de la propaganda».

Entiende él que «mientras Barbón presume de gestión, Asturias lidera el retroceso demográfico, pierde peso económico en España también por el cierre de grandes empresas e industrias sin contar con alternativas, y sigue sin aprovechar los fondos europeos que otros territorios están movilizando con eficacia». En su opinión, «el presidente vive instalado en el relato, de espaldas a la realidad que sufren las familias, los autónomos, los jóvenes y los sectores productivos».

Cuestiona, también, los datos económicos. «Se vanagloria por los datos de empleo en la región, cuando solo uno de cada dos asturianos en edad de trabajar lo hace. Asturias también es la tercera comunidad autónoma con mayor porcentaje (28,2%) de parados de larga duración, y en una de las que más autónomos pierde, siendo ya menos 70.000 los autónomos en ejercicio, casi 4.000 menos respecto a 2019, cuando Barbón llegó al Gobierno. Si hablamos de paro joven, continúa en aumento superando ya el 28%».

No le gusta, tampoco, «un modelo fiscal que no se adapta a las necesidades reales de nuestra región: los asturianos seguimos siendo de los más castigados de España sin que el Gobierno haya aplicado ni una sola medida de alivio tributario real, solo en impuestos directos la recaudación ha aumentado un 67%».

Para la portavoz de Vox en Asturias, «estos seis años de presidencia socialista han supuesto un nuevo clavo en el ataúd del futuro de Asturias». Calificó de «eslóganes y frases grandilocuentes» el repaso realizado por el presidente asturiano que, dijo, «poco o nada reflejan la realidad de Asturias».

Del gobierno progresista con vocación reformista, como se autodenominan los socios de Gobierno, PSOE y Convocatoria por Asturias, dijo que «ha estado salpicado constantemente de polémicas y escándalos que se han saldado con ceses y dimisiones de varias de sus consejeras después de que fuesen usadas como escudo. El feminismo socialista, marca de la casa».

Para López, «otra marca de la casa es el abandono del medio rural, y esa nueva mirada a la que se refirió Barbón nos hace preocuparnos y mucho». Asimismo, entiende que «el mayor hito conseguido por Barbón en estos seis años de letargo socialista asturiano es que su servilismo y su entrega a Pedro Sánchez sea aún mayor».

Afirma la portavoz de Vox que «no hay sector que no esté en pie de guerra» y recuerda «las concentraciones del sector educativo que se dieron hace escaso mes y que, en el caso de la concertada, siguen aún latentes; con Derechos Sociales presa del caos de la consejera y una inexistente acción en los centros de menores, en la atención a los mayores; y con un consejero de Hacienda que solo hace de portavoz del socialismo más entregado al independentismo».

En definitiva, concluye, «Asturias urge un cambio de políticas, un cambio de gestión que devuelvan el poder y la libertad a los asturianos».

Tampoco le gustaron a Adrián Pumares las palabras de Adrián Barbón. El portavoz de Foro en la Junta, y secretario general de la formación, entiende que «como de costumbre, Barbón decepciona con sus logros y sus anuncios». Sobre todo, explica, «porque el Pacto de la Salud Mental o la aprobación de la Ley LGTBI son compromisos de su primer mandato». Cree que «lo que tiene que explicar Barbón es por qué se niega a comparecer en la Junta».

Desde la bancada de la izquierda, también le llegaron críticas. Covadonga Tomé cree que «el balance de Barbón está sesgado. Habla de logros en educación, obviando que son fruto de una huelga; habla de conectividad, con un Huerna colapsado y presume de turismo, olvidando el brutal encarecimiento de la vivienda».

Tampoco ha convencido el discurso a la responsable de Política Institucional de CC OO. «Más que anunciar propósitos personales, el presidente tiene la obligación de cumplir con las personas, ofrecer certezas y dar soluciones a Asturias». En un paso más allá dice que «urge un liderazgo fruto del consenso y altura de miras que afronte los retos que hay por delante».

Y las enumera: «El demográfico o el problema de la vivienda, así como el de un cambio de modelo productivo, sustentado en empleo estable y de calidad».

La única valoración positiva llegó de UGT. Su secretario general, Javier Fernández Lanero , cree que los últimos seis años «hemos avanzado mucho gracias a las concertaciones sociales que hemos firmado con el Principado, gracias al diálogo social, por apostar por poner a las personas en el centro de las políticas. Hemos demostrado que haciendo eso se genera empleo, se crece económicamente y Asturias está con expectativas de futuro».

No obvia que «tenemos muchos retos todavía por delante», pero deja claro que «los queremos seguir desarrollando con gobiernos de izquierdas progresistas». Para resolver «todo lo que tiene que ver con la juventud, con la vivienda, con el pacto social de cuidados y las infraestructuras energéticas con precios energéticos competitivos». Un camino con gobiernos de izquierda, «porque ya hemos sufrido bastante las políticas austericidas de otro tipo de gobiernos de derechas que no han beneficiado en nada a Asturias».