El plan de salvamento dota a 66 playas de 313 profesionales

Este año, el SAPLA contará con 313 profesionales, siete menos que el año pasado. Sin embargo, el Plan mejora su cobertura ya que, aunque llega al mismo número de playas que en 2017 (66), aumenta en un arenal la cifra de puntos con vigilancia diaria hasta el 30 de septiembre, de doce de la mañana a siete de la tarde. Asturias cuenta con 211 playas en su litoral. La vigilancia en la costa es mayor, ya que estas cifras no incluyen los siete arenales de Gijón, cuyo salvamento es gestionado por su ayuntamiento sin apoyo del Principado, aunque se coordina con el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias.

En total, el SAPLA implica una aportación del Principado de 394.000 euros anuales, a lo que se une las aportaciones de cada municipio. La mayor parte de las contrataciones corresponden a socorristas (278 en Asturias), además de 17 lancheros. Cada concejo, además, cuenta con un coordinador.

El presupuesto se incrementa con la cesión de material por valor de 600.000 euros a los concejos. Se trata desde motos acuáticas, embarcaciones, cartelería o equipo de telecomunicaciones. Este año, además, como novedad las camisetas naranjas disponen del patrocinio de Loterías del Estado.

Guillermo Martínez destacó la importancia de que los bañistas respeten las indicaciones de los servicios de socorrismo, que el pasado año realizaron 10.574 intervenciones, la cifra más baja de los últimos once años. De ellos, se registraron 232 rescates, lamentándose cinco fallecimientos, si bien hubo tres que no fueron por ahogamiento. Gozón, Llanes, Tapia y Muros de Nalón son los puntos que, el pasado año, generaron más actividad.

Durante la presentación del SAPLA, el equipo de Muros de Nalón realizó dos ensayos de socorrismo. «Habitualmente se hacen en los días con poca gente o al final de la jornada», explicó Pelayo Díaz Fernández. Antes del inicio del ejercicio, José María Selgas, coordinador de salvamento en Muros de Nalón, explicó por megafonía la situación para evitar miedos en los bañistas.

En el primer ejercicio, el socorrista utilizó una tabla de paddle-surf para alcanzar el lugar donde se encontraba el compañero que simulaba a un ahogado. «La estamos desarrollando en colaboración con la Universidad de La Coruña para aplicarla en rescates», comentó Pelayo Díaz. Además de mayor rapidez, la tabla dispone de cintas para facilitar el agarre y traslado del ahogado. El Aguilar y Tapia son las únicas playas donde se hace el piloto.

En el segundo ejercicio se utilizaron motos acuáticas, con dos técnicas diferentes de extracción. La práctica concluyó con un ejercicio de reanimación cardiopulmonar.