El Sespa busca alternativas en los hospitales para liberar las plantas reservadas a pacientes de covid
La idea, ahora que la pandemia remite, es que no haya que cerrar espacios completos cada vez que ingresa un enfermo de coronavirus
MIRIAM SUÁREZ
GIJÓN.
Martes, 8 de marzo 2022, 01:05
El Servicio de Salud del Principado (Sespa) busca la forma de que los hospitales asturianos vuelvan a la normalidad ahora que la pandemia ya no ejerce tanta presión asistencial. La reorganización de los recursos sanitarios existentes pasaría por habilitar «circuitos» que permitan ingresar pacientes covid, pero sin tener que cerrar y aislar plantas completas, como venía ocurriendo hasta ahora.
Actualmente, se encuentran hospitalizadas por coronavirus 166 personas frente a las 472 que llegó a haber en los momentos álgidos de la sexta ola. En cuestión de un mes y medio, la ocupación hospitalaria provocada por la pandemia se ha reducido en torno a un 70%. Eso ha llevado a los responsables de la sanidad pública asturiana a ir replegando el plan de contingencia que tuvieron que poner en marcha con el repunte navideño de contagios.
Se baraja la idea de empezar a disponer con normalidad de las plantas que ahora están reservadas exclusivamente para enfermos de covid, con la intención de ir intensificando la actividad ordinaria de los hospitales. Eso significa que los contagiados que precisen atención hospitalaria ingresarían en una planta convencional, previsiblemente en el área de Neumología y de afecciones respiratorias. Eso sí, en una habitación sujeta a aislamiento, siguiendo el protocolo que ahora se utiliza para otras patologías y que incluye el uso de equipos de protección por parte del personal sanitario.
También se trabaja en la atención «de los vulnerables» y en la posibilidad de volver a concentrar en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) los casos críticos de coronavirus. Con motivo de la sexta ola fue necesario habilitar unidades de cuidados intensivos específicas para covid en prácticamente todos los centros hospitalarios de la red pública. Esa necesidad se ha visto reducida a medida que se contenía la incidencia de la pandemia, que durante su última embestida llegó a provocar picos diarios de más de 3.700 contagios. Ayer, la Consejería de Salud notificaba, sin embargo, 206 positivos y el fallecimiento de dos personas.
En este momento, son 19 los pacientes de covid que permanecen en la UCI. Tres veces menos de los que había en la semana del 17 de enero, cuando los profesionales sanitarios del Sespa llegaron a atender a 56 enfermos en estado crítico por complicaciones debidas al coronavirus. «La presión asistencial es ahora mayor en las UCI y plantas no covid», aseguran médicos de atención hospitalaria. De ahí que los responsables del Sespa hayan decidido recuperar una cierta normalidad, liberando espacios y recursos humanos para la atención clínica del resto de patologías que no son covid-19.
Para atender «lo demorado»
La pandemia ha repercutido tanto en la lista de espera quirúrgica como en el seguimiento de los enfermos crónicos y en la realización de primeros diagnósticos. El Principado ha invertido 8,5 millones de euros en un plan de choque para agilizar las cirugías pendientes, que se ha prorrogado seis meses más allá de lo previsto para poder alcanzar los objetivos frustrados por la sexta ola. Dicho plan implica realizar operaciones en horario de tarde, dinámica que no se pudo mantener cuando la sexta ola comenzó a dispararse y los hospitales tuvieron que volcarse con el coronavirus.
«Volvemos a operar por las tardes», constatan fuentes hospitalarias. A 31 de enero, última fecha de la que existen datos oficiales, en Asturias estaban pendientes de una intervención quirúrgica 20.748 personas y 89.153 esperaban por una primera consulta con el especialista. En este caso, el tiempo medio de demora es de 83 días, aunque «hay valoraciones sin atender desde hace dos años», aseguran profesionales sanitarios que conocen bien la situación.
La reorganización del Sespa, para ocuparse precisamente de «lo demorado», se produce cuando el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas están a punto de modificar la estrategia nacional frente a la pandemia. A día de hoy, en el caso de Asturias las únicas medidas que se están aplicando son la obligación de usar mascarilla en interiores y de mantener una distancia interpersonal de de 1,5 metros. Distancia que se amplía a 2 metros para quienes quieran fumar en la vía pública o en terrazas. Es obligatorio, además, instalar medidores de CO2 en hostelería, locales de apuestas o gimnasios, para favorecer así un correcta ventilación de los espacios cerrados.