«¿Es de Villabona? ¿Trae escolta?»

El nombre de la cárcel llegará al Congreso de los Diputados de la mano del parlamentario socialista Antonio Trevín quien ya ha registrado una proposición no de ley para que sea debatida en la primera comisión de Interior y así lo trasladó ayer a los vecinos de Villabona acompañado por el alcalde llanerense, Gerardo Sanz.

«Consideramos que es un buen momento para plantear el cambio de nombre de la cárcel y que se separe de la localidad de Villabona aprovechando el consenso que existe entre los grupos políticos y los vecinos», indicó Trevín. Su propuesta es la misma que la de los vecinos y es que la cárcel pase a denominarse 'Centro Penitenciario de Asturias'.

Los vecinos están hartos de los equívocos que conlleva vivir en un lugar que suena a prisión. De hecho, un lugareño acudió al hospital para someterse a una operación y al indicar que procedía de Villabona, le preguntaron: «¿Es de Villabona? ¿Trae escolta?», porque «lo ubicaron con los presos, tuvo que explicar que era de Villabona, pero que no venía de la cárcel». El centro penitenciario adoptó ese nombre en 1991, en su inauguración, ya que la estación de tren de Villabona era la más importante y cercana al centro. Según recoge Trevín en la exposición de motivos de su propuesta «si en el momento de su puesta en funcionamiento el nombre podía obedecer a un intento de orientación a familiares y visitantes de los internos, hoy dicha razón carece de sentido, dado el conocimiento general de su exacta ubicación».

En concreto, la prisión se localiza en La Llaniza, a cuatro kilómetros de Villabona. Ya en 1994, por iniciativa del Ayuntamiento de Llanera, se dieron los primeros pasos para abordar su cambio de denominación. Los vecinos están cansados de la connotación que el nombre de Villabona ha adquirido tras dar nombre a la cárcel, «es un perjuicio para los que vivimos aquí porque siempre tienes la broma asegurada, si te bajas del tren, la gente te mira raro y aquí nadie quiere venir a vivir. No hay más que mirar alrededor y observar que la cárcel no está en Villabona, está en La Llaniza y ya es hora de que se modifique», indicó la presidenta de la asociación de vecinos, Rosa Muñiz. «Yo viví aquí a vivir hace ocho años y Villabona se tiene que conocer por ser un lugar tranquilo para vivir en el centro justo de Asturias y con muy buenas comunicaciones. El que la cárcel lleve el nombre también afecta a los constructores porque «no es fácil vender una casa aquí», indice Muñiz. Esta relación nominal, prosiguió, «ha sido un estigma. En Villabona duermen los vecinos, no los presos».