«Tendría que estar con mis nietos, pero realizo una labor buena en El Berrón»

Federico Enterría colgó la bata de médico hace un lustro, coincidiendo con su jubilación. A sus 69 años, «tendría que estar con mis nietos en Francia», pero fue uno de los pocos profesionales sanitarios inactivos que cogió el teléfono, en plena pandemia, para atender la llamada de socorro del Servicio de Salud del Principado de Asturias. Dispuesto, en verano, retornó a la faena y hace un mes recaló en el centro de salud de El Berrón con el objetivo de realizar labores médicas de carácter administrativo. Nunca imaginó que al final acabaría pasando consulta.

«Tengo que ponerme a atender a gente porque suele haber carencia de médicos; hoy (en referencia ayer), tenemos una baja y otro médico que está de descanso, por lo que si no entro yo se quedaría solo uno, si con dos profesionales funcionamos ahogados con uno, solo podemos atender las urgencias». Las palabras de Enterría son el fiel reflejo de la realidad que viene reproduciéndose hace meses en el centro de salud sierense, que tiene que gestionar un volumen de 6.000 cartillas registradas.

Su ayuda es en estos momentos esencial. «No me importa estar aquí, porque estamos realizando una labor buena, pero esto solo evidencia que aquí se está haciendo una mala gestión de los recursos», destaca. Y él tampoco es la solución definitiva: tiene programado, por contrato, abandonar el centro de salud de El Berrón a finales de mes.

Serafina Fuertes es una de las habituales que acude al consultorio para tratar sus dolencias. En su opinión, la situación de escasez de personal y las dificultades para conseguir cita, la tienen hastiada. «Te dicen que no hay personal y te dan la cita para dentro de semanas, por lo que tienes que dejarlo e ir a urgencias», advierte.

El colapso del centro de salud lo denunció, el pasado noviembre, el doctor Carlos Fernández tras quedarse solo, en varias ocasiones, y tener que atender a casi setenta pacientes al día, cuando el máximo permitido por convenio son 43. «Pedimos que se cubran las plazas para poder garantizar un servicio eficaz; la gente no viene al centro de salud porque le guste», apuntó en ese momento. Salió a las puertas del equipamiento para protestar secundado por casi un centenar de vecinos de la localidad sierense, que casi cuatro meses después ven como la situación no se ha solventado de manera definitiva. La diputada regional y portavoz del Partido Popular, Beatriz Polledo, indicó entonces que «la pandemia nos sirve de excusa para todo, pero aquí están desbordados y son incapaces de atender la demanda».

Por el momento, el centro de salud se sostiene gracias al apoyo del doctor Enterría, pero cuando se vaya la semana que viene, la situación «volverá a agravarse si no se toman medidas».