Usuarios y partidos ven insuficiente la rebaja del peaje y critican la «falta de iniciativa» de Barbón

Las bonificaciones fueron activadas en sendos consejos de ministros celebrados en 2006 y 2007, mediante acuerdos que comprometían un presupuesto máximo para cada año hasta el final de la concesión, en 2050. El bajo tráfico y las condiciones fijadas para poder acceder a estos descuentos están dejando gran parte de los fondos sin uso. De los 64 millones que había para financiar descuentos a turismos en los últimos 14 años solo se aprovecharon 23. Incluso con la mejora de las bonificaciones aprobada en 2022, el Ministerio de Transportes calculaba que tendría que desembolsar a lo sumo 606,8 millones en descuentos a los usuarios hasta el final de la concesión, cuando en realidad tenía permiso para dedicar 867,7. Bajo el sistema del Huerna, el dinero presupuestado que no se aprovecha se lo ahorra el ministerio y lo puede usar a otros fines. En Galicia el BNG logró un mecanismo con el que ese sobrante se va a una cuenta de compensación con la concesionaria de la AP-9, de forma que evita subidas de tarifas futuras. Así el dinero siempre acaba beneficiando a los usuarios de la autopista.

Una vez descubierta esta verdad, la presión y la indignación fue creciendo y el Principado actuó. Reclamó al ministerio que incremente la bonificación a camiones del 40% actual al 60%. La propuesta de mejora para vehículos ligeros está cayendo en cierta indefinición. Primero el secretario de Estado, José Antonio Santano, dijo que sería «prácticamente» desde el primer recorrido íntegro (en vez de exigir tres al mes), luego el Principado informó que sería desde «el primer viaje de ida y vuelta completo» y ayer el consejero de Fomento, Alejandro Calvo, señaló que la idea propuesta sería «a partir del primer trayecto sencillo», siempre usando telepeaje y sin precisar el porcentaje del descuento.

La noticia está suscitando un aplauso crítico por parte de la oposición, los transportistas y los usuarios. Todos agradecen el alivio, pero reclaman seguir aminorando el coste.

«El anuncio del ministerio es una noticia muy positiva para Asturias que refleja tanto el compromiso del Gobierno de España con nuestra comunidad como el peso político del Ejecutivo que lidera Adrián Barbón», defendió Adriana Lastra, por parte de la FSA. «En contraposición con la actuación de la derecha, que prorrogó de forma unilateral el peaje abocando a Asturias a una discriminación intolerable, los gobiernos socialistas han apostado por bonificar y rebajar su importe», dijo.

«La mejora nos parece bien, y cuantas más vengan mejor», valoró Álvaro Queipo, presidente del PP. «Teníamos una bolsa de millones de euros que no se usaban y lo hemos descubierto porque los medios de comunicación lo han hecho público», indicó, en alusión a las primicias de EL COMERCIO. El líder popular recriminó la «falta de iniciativa» de Barbón.

Carolina López, de Vox, afirmó que «Barbón sigue colocándose galones que no lo son. Los asturianos seguimos padeciendo el segundo peaje más caro de España. Estas propuestas siguen siendo insuficientes». En esa línea apuntó Delia Campomanes, de IU-Convocatoria por Asturias, para quien « los cambios no pueden ser suficientes, porque el objetivo tiene que ser la supresión». Considera que el ministerio reaccionó «al malestar generado» en Asturias por lo revelado por este periódico.

«La sociedad asturiana va muy por delante del Gobierno de Barbón, que no se enteró de nada hasta que lo leyó en la prensa», afeó Adrián Pumares, de Foro, que ve «insuficientes» las mejoras y reclama una rebaja que llegue «a todo conductor desde el primer viaje».

«Lo único justo sería la supresión del peaje», reivindicó Cavadonga Tomé, diputada elegida por Podemos.

Desde las organizaciones que representan a los transportistas, se coincidía en que «esto, sin las informaciones de EL COMERCIO no hubiera salido». «El lunes pasado estuvimos con el ministerio y esto ni se contempló», indicó Ovidio de la Roza, de la patronal Asetra «Por una vez parece que escuchan», afirmó Alejandro Monjardín, de la cooperativa Cesintra.

Con sus variantes y matices, la opinión de los conductores y transportistas consultados ayer abunda en que «todo alivio es bienvenido, pero el peaje sigue siendo muy caro»