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Es gijonesa de 1980, inspectora de trabajo con «quince años de experiencia en procesos de negociación, como los del metal en Cantabria o los del ... puerto de Bilbao» y «muy orgullosa de ello. Líder de Sumar en Galicia (vive en Pontevedra), acaba de asumir una carga y un reto que le motiva más que asusta, la portavocía de Sumar en el Congreso tras la dimisión de Íñigo Errejón. No es nueva, formó parte del anterior Gobierno y estuvo en el equipo negociador de temas tan duros como los Ertes durante la pandemia y la reforma laboral. Y se le nota que echa en falta estar en Gijón, donde acaba de pasar unos días para celebrar su cumpleaños con su familia, especialmente con su hermana melliza, Graciela.
–¿Qué la ha llevado a la portavocía de Sumar?
–Las organizaciones del grupo me llamaron y me dijeron que mi perfil de negociadora, muy bregada, era ideal para una legislatura en la que el diálogo es clave para llevar nuestras medidas al BOE. Es un orgullo para mí. Me llamaron de todas las organizaciones, y personas sueltas.
–Con el asunto de Errejón, tuvo que ser complicado. ¿Está zanjado a nivel interno?
–Nosotras hemos actuado con contundencia y rapidez, mucha más de la que suele ser habitual en una organización política. En 48 horas ya estaba fuera de todos sus cargos. No se puede normalizar ni minimizar estas situaciones cuando involucran a cargos públicos.
–Pero la presunción de inocencia hay que respetarla ¿no?
–Nunca hemos dicho que no. Pero los hechos de los que se le acusaba son violencia de género, no podemos minimizarlo ni esperar a lo que diga un juez. Somos un espacio feminista. Cualquier mínimo desprecio no cabe en una persona en el ámbito político, en el que tenemos que ser ejemplares.
–¿Cómo es negociar desde la izquierda con formaciones que están, todas, a su derecha?
–Negociar requiere de herramientas y estrategias que son idénticas en cualquier caso. Tienes que saber a dónde quieres llegar, y trabajas en ello con interlocuciones más o menos duras o amables. No cambian por con quién negocias, sino en función de cuál es tu objetivo. Y ahora va de llegar a acuerdos a favor de una mayoría social que nos necesita. El problema es que tenemos un PP bunkerizado en el 'no', lo que hace muy difícil avanzar en según qué temas. Un ejemplo, el PP votó contra la subida de las pensiones pese a que 300.000 personas en Asturias podían levantarse en contra. Actúan con lo que se puede llamar un 'dolo virtual', pero les da igual. Y hay que ver dónde se va a situar el PP con la reducción de jornada laboral, si se niega va a castigar a más de 200.000 trabajadores en Asturias y a más de 12 millones en España. El 50% de los trabajadores se va a beneficiar de esta medida con más salario por hora trabajada. Nosotras hemos dicho que hay que recuperar el escudo social, y en esto no nos va a ganar nadie. Ni en tesón, ni en voluntad negociadora.
–El PP también dijo que se negó porque no se debe gobernar por decreto.
–Son absurdeces. Cuando gobernaban ellos, cada viernes sacaban un real decreto ley. Este Gobierno ha sacado 19 normas el año pasado y sólo una era un decreto ley.
–Decía antes que en esta legislatura mediar es especialente importante. En particular, digo, con Junts y ERC, supongo.
–El papel de Sumar es de mediador, y con ERC tenemos muy buena relación. Nosotras hacemos de catalizadoras y facilitadoras de los acuerdos. Si solo negociáramos con los que pensamos igual...
–Igual no es tan fácil negociar con Junts, y el peso de sus siete diputados.
–Respetamos sus estrategias, y en nuestro ADN está el diálogo. Les hemos dado los argumentos necesarios para sacar adelante un paquete fiscal que permite que haya presupuestos.
–Hablaba antes de que los trabajadores tendrán más salario por hora trabajada. ¿No nos hará, como país, menos competivos en un mercado globalizado?
–Está más que demostrado que la productividad media en España ha crecido más que los salarios. Hay 12 millones de personas que no tienen jornadas inferiores a las 40 horas semanales, y siete millones de personas que ya la tienen por convenio. Los sectores que no tienen esa reducción de jornada son aquellos en los que los trabajadores no tienen capacidad y fuerza de negociación, como la prensa, por ejemplo, y muchos otros. Y la reducción de jornada genera menos absentismo y más productividad, como ya se ha demostrado de forma empírica en el Reino Unido. Es positiva para las empresas. Además, en las que no cumplen hay también excesos de horas extraordinarias no retribuidas y por las que no se cotiza a la Seguridad Social. El control horario es bueno para las empresas. Y con las pequeñas empresas tenemos vías para que sea posible.
–La banca acaba de dar resultados del año pasado, con un crecimiento de los beneficios por encima del 20% anual.
–Que sigan subiendo los beneficios y que eso no derive en un incremento de los ingresos para el Estado hay que modificarlo.
–Sin que se vayan a otros países y operen desde allí. Le pasó a Cataluña con el Procés.
–Bueno, de Cataluña los que se van ahora son los fondos buitre, que impiden que la gente tenga vivienda digna y que pueda vivir una vida que merezca la pena.
–Una vida que merezca la pena... ¿Hay ese riesgo, o estamos aún lo suficientemente narcotizados para que no ocurra?
–En Sumar estamos para trasladar a las instituciones las inquietudes de la sociedad y que eso se traslade a las leyes. La sociedad le pide a sus gobernantes que adopten medidas para que esa vida que merece la pena sea posible para todos. Y están pasando cosas como que los alquileres turísticos impiden en zonas como Llanes que la gente pueda vivir allí. No me preocupa que la sociedad se movilice, estamos para trasladar sus necesidades a las leyes.
–Hay quien habla de dos almas en el Ejecutivo, una neoliberal y otra populista.
–Somos socios de gobierno y tenemos un acuerdo de gobierno que hay que cumplir. Vamos a trabajar para avanzar, que es la única forma de no retroceder en derechos ciudadanos. A un Gobierno de coalición progresista es imposible no pedirle que avance en derechos, y nuestras medidas son más valientes. Para nosotras, la vivienda es un derecho, y estamos con los inquilinos, porque lo contrario es estar con los rentistas.
–¿Con los fondos buitre, o con los trabajadores que han ahorrado una vida para tener un piso que alquilan para complementar sus bajas pensiones?
–La especulación no la producen los pequeños propietarios, sino los fondos buitre o los rentistas que tienen diez o más pisos.
–El adelanto electoral que decidió en 2023 Pedro Sánchez pudo frustrar unas buenas expectativas de Sumar. Además, Yolanda Díaz se ha apartado del primer plano orgánico. ¿Hay futuro?
–Sí, y pasa por evitar un gobierno de la derecha y la ultraderecha, y mejorar las vidas de las personas. Pasa por crear la prestación universal por crianza, porque se retribuyan los permisos por cuidados y por encontrar soluciones al problema de la vivienda.
–En Asturias no se presentaron como Sumar, sino integrados en Convocatoria por Asturies.
–En Sumar partimos de respetar la autonomía de lo que decidan los compañeros asturianos. En Galicia –es diputada por Pontevedra–, nuestra marca es muy necesaria para sacar al PP de la Xunta.
–Usted ha trabajado mucho con el diputado de Convocatoria por Asturias, Rafa Cofiño.
–Nuestros escaños estaban juntos en el Hemiciclo y con él he trabajado codo con codo para la ley ELA. Rafa está trabajando muchísimo en la creación de la Agencia Estatal de Salud, así como en alguna cosa que va a llegar a Asturias, una proposición de ley muy bonita que os llegará. Rafa Cofiño es un excelente diputado, y yo tendría 26 Rafas en el grupo.
–El ministro de Justicia eludió enLangreo la polémica entre Yolanda Díaz y la vicepresidenta Montero aludiendo a que el Salario Mínimo ha subido un 58,4% desde 2019.
–Eso es un ejemplo de que Sumar en el Gobierno y de que por eso hay avances. 40.000 personas en Asturias ganarán 600 euros más al año con la última subida; la reducción de jornada afectará a la mitad de los trabajadores. Y me sorprendió el dato, porque Asturias ya era un sitio simbólico para la lucha de la clase trabajadora. Que la mitad de los trabajadores estuvieran pendientes de esta ley demuestra que la fuerza de trabajo no puede, por sí sola, llevar las medidas a los convenios y que Sumar es necesaria. El decreto ómnibus no sería una realidad sin nosotras. 300.000 pensionistas van a tener mejor pensión. Los asturianos soos mucho más de estar en la calle que los gallegos, para lo que hay que tener tiempo, hay que tener vida, y hay que tener la posibilidad de poder pagar las facturas.
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