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En 2013, un grupo de afectos acampó delante de AZSA y se declaró en huelga de hambre para reclamar tratamiento.

Mandos de AZSA e IMSA aceptan nueve meses de prisión por la intoxicación con mercurio

El acuerdo de las empresas con la fiscalía cierra la vía penal tras indemnizar también a los 49 afectados con más de 2,5 millones de euros

FERNANDO DEL BUSTO

Martes, 4 de abril 2017, 03:33

Indemnizaciones que superan los 2,5 millones de euros y un apoyo sociosanitario han sido elementos claves en el acuerdo que ayer cerró la vía penal abierta en los juzgados de Avilés después del accidente laboral ocurrido en Asturiana de Zinc que, entre noviembre y diciembre de 2012, se saldó con 49 trabajadores intoxicados por mercurio en lo que representa el mayor suceso de estas características en la historia reciente de Europa.

En enero de 2015, el Juzgado de Instrucción Número 4 de Avilés iniciaba la investigación sobre el accidente imputando a mandos de Asturiana de Zinc (AZSA) y de Ingeniería de Montajes (IMSA), como empresa subcontratada por la multinacional para realizar los trabajos de mantenimiento en los equipos en donde se produjo la contaminación por mercurio y otros metales pesados.

Posteriormente, el caso llegó al Juzgado de lo Penal Número 2 de Avilés, donde ayer se ratificaba el acuerdo que las defensas de ambas empresas alcanzaron con la sección de siniestralidad laboral de la Fiscalía de Asturias el pasado diciembre.

La sentencia confirma la intoxicación por mercurio de 49 trabajadores y, como mínimo, hubo 51 expuestos a dicho riesgo, una cifra similar a la que se expuso desde el Principado de Asturias.

De este colectivo, cinco personas presentan «secuelas psiquiátricas, parestesias, disestesias o síndromes parkinsonianos, que les produce una grave patología».

El acuerdo confirma que «todos los trabajadores lesionados han sido indemnizados o, en su caso, se han reservado las acciones civiles tras ser parcialmente indemnizados, y han renunciado al ejercicio de acciones penales después de que las empresas hayan asumido la «reparación integral del hecho delictivo».

«La vía más eficaz»

El acuerdo destaca que tanto los mandos de AZSA como de IMSA procesados buscaron «la vía más eficaz» para ayudar a los afectados, «incluso sin necesidad de esperar al resultado de este procedimiento ni de ningún otro». Así, se indica como AZSA abonó 28.969,12 euros al Servicio de Salud del Principado de Asturias para un tratamiento específico en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El Principado organizó un grupo específico para el tratamiento de los afectados en coordinación con la mutua, una medida de la que no existían precedentes en la región y que se explicaba por la gravedad de la intoxicación.

También se señala que «se pactó con los trabajadores la firma de un protocolo con cada uno de ellos para determinar y reconocer extrajudicialmente las indemnizaciones a las que tuviesen derecho y abonar los recargos en las prestaciones, incluyendo reconocimientos médicos de alta especialización para propiciar no sólo la determinación de las lesiones, sino para coadyuvar en su curación». El coste de los reconocimientos médicos alcanza los 134.000 euros.

Junto a esta intervención, la sentencia recuerda que se aportaron 10.000 euros a fondo perdido para cada uno de los afectados, además de indemnizar al colectivo con 2.500.000 euros «permitiéndoles incluso el cobro sin renunciar a las acciones civiles por si resultaban cuestiones en las que no existía acuerdo o por si resultasen nuevas secuelas».

La sentencia considera que los dos procesados, sendos mandos de AZSA e IMSA, son autores de un delito contra la vida y la salud de los trabajadores en concurso con 49 delitos de lesiones por imprudencia grave, con la «atenuante muy cualificada de reparación del daño».

La pena impuesta son nueve meses de prisión e inhabilitación especial que se sustituye por una multa de 1.620 euros para cada uno de los dos procesados.

De esta manera concluye uno de los mayores casos de contaminación de mercurio en Europa occidental. La noticia saltó en diciembre de 2012, cuando se conoció el ingreso en diferentes hospitales asturianos de trabajadores de IMSA que habían participado en una parada programada en Asturiana de Zinc con motivo de realizar obras de mantenimiento en los intercambiadores de calor III-A y IV de la planta de tostación IV. La tarea consistía en cortar los tubos en el interior de los intercambiadores, extraerlos y limpiar los espacios por los que debían colocarse los nuevos equipos. La parada concluía con la instalación de nuevas tuberías.

Los restos de mercurio en el interior de los tubos podían evaporarse con el calor de los cortes. Este riesgo, según señala la sentencia, «no fue correctamente evaluado», iniciándose una cadena de errores en las apreciaciones que terminaron con la sobreexposición al mercurio de los trabajadores y su contaminación. De forma leve, también fueron afectados trabajadores de otras empresas.

La sentencia, que aún no es firme, cierra uno de los accidentes laborales más graves de la comarca en cuanto al número de afectados. Además, tal como recoge el texto, AZSA mantiene abiertas vías de comunicación con los afectados por si apareciesen nuevas secuelas, además de establecer protocolos personalizados para la recuperación física y también laboral de los intoxicados.

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