El bolardo de Emile Robín pone contra las cuerdas a La Plaza

«Hasta ahora nos dejaban entrar a partir de las 6 en La Plaza y cuando queríamos descargar lo hacíamos desde la Plaza de Pedro Menéndez. Ahora no nos dejan pasar hasta las 8 y no más allá de las 12. No nos permiten meter el vehículo después para hacer repartos y, en mi caso, tampoco recoger la basura y llevarla al punto limpio. A pesar de pagar recogida de basura no tenemos ese servicio», explica un comerciante del exterior.

En palabras de Juan Manuel Ferrero, presidente de la sociedad del mercado, el horario que se plantea a partir de hoy es «inviable» para sus negocios y la desaparición de trescientas plazas de aparcamiento en el parque de El Muelle va a llevar a los comerciantes a la ruina. «Todo son impedimentos», resume.

Según explica, ayer la Policía Local avisó a cada vehículo de transporte que accedía por la calle Emile Robín. «Volveremos a la Edad de Piedra si antes no desaparecemos. Con estos horarios nos obligan a llevar en carros el producto, en mi caso pescado, con el consiguiente ruido y olor para los vecinos. A ver qué pasa cuando se comience a ensuciar y estropear lo recién urbanizado. Por no comentar que las pescaderías necesitamos mil kilos de hielo», describe Juan Manuel Ferrero.

Otro pescadero va más allá: «Nos dicen que descarguemos desde la Plaza de la Merced, pero el pescado va a dejar regueros de sangre. ¿No será mejor descargar temprano en el lugar más cercano para no encontrarnos con gente y dejarlo todo limpio?».

Explica el portavoz de los puestos del mercado que en la zona habilitada en la calle de La Muralla para la carga y descarga sólo caben dos furgonetas o un camión, claramente insuficiente para los veinte puestos del interior más todos los del exterior. Alertan, además, de que el servicio de reparto a domicilio, muy demandado desde que se declaró la pandemia, se puede ver ahora alterado. «Llevamos pendientes de este bolardo desde hace mucho tiempo y nos habían dicho que no nos preocupáramos, que no íbamos a tener problema y ahora nos encontramos con esto. Sólo contamos para pagar impuestos. Necesitamos que nos dejen pasar a las 5.30 de la mañana», reclama Ferrero.