Temporal Avilés | La borrasca 'Amelie' se ceba con Avilés

La borrasca 'Amelie' que azotó la ciudad la noche del sábado se cebó con el arbolado. La fuerza del temporal, que alcanzó hasta los 130 kilómetros por hora, arrancó de raíz varios ejemplares, que dañaron vehículos y cortaron algunas carreteras. Fueron unas horas intensas en las que las incidencias se sucedían en todos los puntos del concejo por lo que la Policía Local, los bomberos y los servicios de limpieza tuvieron que trabajar a marchas forzadas para atenderlas todas.

El momento más crudo del temporal se concentró entre la una y media y las tres de la madrugada. Fue en esa franja cuando el viento sopló más fuerte, derribando a su paso árboles de gran tamaño y peso. Dos de ellos en el parque de El Muelle. Uno cayó sobre la acera, sin causar daños, pero el otro vencía hacia la zona de aparcamiento, sepultando cuatro vehículos estacionados en la calle La Muralla. El ramaje impedía ver bien el estado real de los turismos, que sufrieron daños de diversa consideración. Además, el viento provocaba la rotura del cristal de una las ventanas de un piso de la calle. Los bomberos se acercaban a la zona para retirar las ramas que impedían la circulación en el segundo de los carriles, que quedó abierto al tráfico poco después, no así el más cercano a las plazas de aparcamiento.

Tan solo unos minutos antes, los agentes recibían el aviso de otro ejemplar derribado. Este se encontraba en la campa de la iglesia de San Nicolás de Bari. Uno de sus viejos tilos se venía abajo desde la parte alta de la explanada y caía sobre la calle San Francisco. A pesar del estruendo, que se escuchó en las inmediaciones, no provocó mayores daños ni en el mobiliario ni sobre personas, ya que en el momento de los hechos nadie pasaba por la zona. El párroco, Alfonso López, junto a varios jóvenes se acercaban a la zona de madrugada para comprobar los daños en directo. Hasta allí también tuvieron que trasladarse efectivos de bomberos pues el árbol ocupaba la zona de paso tanto de peatones como de vehículos, por lo que procedieron a apartarlo para reabrir la calle. La retirada del ejemplar se espera para el lunes y el párroco ha ofrecido a las familias que lo pudieran necesitar la madera del mismo para afrontar el invierno.

Pasada la una y media de la madrugada se registraba la caída de un árbol en AS-238, poco después de glorieta La Palmera. Este provocó el corte en la carretera que, tras la intervención de bomberos, quedó de nuevo abierta al tráfico. También se desplazaron hasta la carretera AS-329, frente a la depuradora de Maqua, donde otro ejemplar impedía el paso de vehículos a eso de las tres y media de la madrugada. Un poco más se tardó en reabrir el tráfico en la carretera entre Villanueva y el Fondo de Valliniello, en el límite con Gozón.

Estos no fueron los únicos incidentes registrados derivados de la caída de árboles. La Policía Local levantó acta de otros incidentes en La Magdalena, uno de ellos sobre el cierre perimetral del CIFP del Deporte, otro en José Cueto y en el parque de Llaranes tumbó una rama de grandes dimensiones. También arrancó varios más en la carretera a Valliniello, El Pelame, calle Españolito y en plaza la Merced, cayendo sobre la parada de taxi. Además, otro ejemplar de grandes dimensiones era arrancado de su parterre en el camino que discurre entre el Complejo Deportivo Avilés, en El Quirinal, y el punto limpio, cayendo este sobre el vallado de las instalaciones deportivas en la calle del Fuero.

Tras las intervenciones urgentes se optó por mantener cerrados al públicos los parques de Ferrera y del Muelle hasta que los técnicos municipales los revisen. El resto de zonas verdes de Versalles, La Luz, El Pozón, Cabruñana, La Toba y La Carriona se mantienen abiertos, con restos de ramaje y follaje.

Los contenedores fueron los segundos agraviados con el paso de 'Amelie' por la ciudad. Muchos salieron volando, otros quedaron derribados y la basura que contenían desperdigada por los suelos. Esto hizo que el personal de la empresa de recogida de residuos procediera durante la noche al volcado de contenedores en los puntos más afectados por las rachas de viento, para evitar su desplazamiento sobre la calzada y daños en vehículos. El personal de limpieza trabajó durante toda la jornada para retirar las ramas desprendidas de aceras y carreteras. Para ello el Ayuntamiento optó por reforzar el servicio con un retén de dos operarios y un vehículo adicionales.

El viento también arrasó con vallas y con los rótulos de algunos establecimientos, así como de chapas de obra. Se recibieron avisos en Luz Casanova, avenida Cervantes con Galiana y en las canchas deportivas de Miranda.