Escribano prevé ampliar sus espacios en La Curtidora, en Avilés, para mejorar su capacidad investigadora

La empresa ya ha solicitado a La Curtidora la ocupación del local anexo al que ocupan actualmente, de modo que pasarían a llenar todo el local que en su día fue la sede de la efímera aerolínea Air Asturias. Desde el cierre de la aquella compañía, en 2007, el local había permanecido vacío. De hecho, se había dividido en dos espacios más pequeños para tratar de resultar atractivo a empresas de menor tamaño. Finalmente, fue del agrado de Escribano, que encontró en La Curtidora facilidades para implantarse en Asturias, con el apoyo además de la agencia Sekuens, que le otorgó una ayuda de 465.000 euros.

La apuesta por la región se va consolidando rápidamente, y la previsión es que Escribano ejecute alguna reforma en el local para adaptarlo a sus necesidades, de forma que pueda mejorar su capacidad investigadora con determinados equipamientos que requerirán compartimentaciones.

Si en un principio se había pensado que Escribano utilizaría La Curtidora como una base para poner en marcha su actividad en la región, aunque no se descarta que su paso por Avilés sea menos efímero de lo que se prensaba al principio.

Por otra parte, Escribano anunció anteayer también su interés en crear en Asturias un centro de producción. Sería una inversión importante, del entorno de los cincuenta millones de euros y, aunque su ubicación aún no está decidida, la empresa está visitando diferentes posibles emplazamientos, entre ellos Avilés, para esta nueva planta.

Anteayer Escribano visitó en Gijón las naves del Tallerón, de las que Duro Felguera podría desprenderse para salvar su maltrecha situación económica, ya que se encuentra en preconcurso de acreedores, pero lo cierto es que se han visitado ya varias ubicaciones. «Si tuviéramos que comprar, alquilar o hacer algún edificio, lo haríamos», señaló Javier Escribano, que confirmó el interés de la empresa que preside en acometer en Asturias «tareas de desarrollo e ingeniería», además de la parte de producción, que «tardará un poco más».

De momento, la empresa está centrada en ampliar su centro de I+D con nuevas contrataciones y en la búsqueda del emplazamiento óptimo para ese nuevo centro de producción para desarrollar los proyectos que tiene en marcha en la industria de la Defensa de más de una veintena de países.

Por otra parte, el Grupo Escribano está involucrado también en Tess Defense, un consorcio que también invertirá en Asturias., donde baraja una fábrica y una infraestructura de ingeniería avanzada y diseño en el sector de la Defensa.