«Lo más importante en la charca de Zeluán es que vuelva a entrar en ella agua salada»

El grupo naturalista Mavea, uno de los principales impulsores de la recuperación ambiental que el Principado se dispone a llevar a cabo en la charca de Zeluán, zona de parada de aves migratorias, presentará alegaciones al proyecto publicado por el Principado ante Costas para actuar en el monumento natural. Y lo hará por dos cuestiones. La principal, que las actuaciones planteadas no contemplan algo que se había acordado en los meses previos: que vuelva a entrar agua salada a la charca, una circunstancia que evitaba el crecimiento de la vegetación que ha terminado por hacer casi desaparecer esta pequeña laguna.

«En el proyecto no se habla del bombeo que se había planteado, y eso es lo más importante», señala César Álvarez-Laó, miembro del colectivo. El biólogo explica que este era uno de los asuntos que se habían abordado hace tiempo en una reunión con los técnicos del Principado, como la fórmula más sencilla para poder recuperar el ecosistema de la charca, que se vio truncado hace algo más de una década cuando se hicieron unas obras de saneamiento que cerraron el paso del agua de mar.

Los trabajos que hará el Principado dentro de este proyecto de conservación contemplan el desbroce, la creación de un camino y un observatorio de aves en un lugar que Mavea considera «invasivo», por lo que pedirán también la reubicación del mismo. «Se plantea dentro del vallado de la charca, y nosotros vamos a pedir que se retraiga y que se coloque fuera», indica Álvarez-Laó.

Los vecinos de la zona, pendientes también de estas actuaciones, piden a las administraciones «que crean en el proyecto y que se haga un trabajo de mantenimiento. El presidente de la asociación Enlaze, Agustín García, recuerda que «el año pasado se gastó dinero para dragar, pero no hubo mantenimiento y ahora está todo tapado por los helechos otra vez».

García pide también que se trabaje en el acceso de agua salina a la charca, y para ello plantea «que se invierta en una exclusa en condiciones, que podría estar abierta todo el verano y abrirse puntualmente en el otoño y en el invierno».

«Nadie se opone a las obras, pero lo que pedimos es que se hagan bien y que se haga un plan de futuro», reclama García. Sobre todo teniendo en cuenta que la margen derecha de la ría cada vez tiene más aceptación como lugar de esparcimiento, con nuevos recursos como Espacio Portus, el aula de la naturaleza, el observatorio de aves o el nuevo pantalán, que cada vez atraen a más gente.