Industria no descarta vender por separado las plantas de Alu Ibérica

Las posibilidades futuras de las instalaciones de la margen derecha de la ría fueron esbozadas por la ministra en la parte final de ese encuentro celebrado este jueves. Previamente, había recibido un verdadero castigo verbal por parte de todos los sindicatos de Alu Ibérica que no se dejaron nada en el tintero, recordándole todas las promesas incumplidas, su defensa del fondo Parter Capital hace dos años o el rechazo a la propuesta sindical de hacer una auditoría externa para confirmar la solvencia y capacidad de los aspirantes a hacerse en aquel momento con la factoría de Alcoa.

Fuentes consultadas indican que después de algo más de una hora de tensión, la situación se recondujo hacia un ambiente más constructivo. No fue una evolución sencilla y, en algunos momentos, la reunión estuvo muy cerca del fracaso completo. Los planteamientos del Ministerio que se atribuía el éxito de la reciente sentencia en la Audiencia Nacional, nacida de una demanda de los sindicatos, no facilitaron el camino y también alentaron los reproches sindicales.

Finalmente, cuando la reunión giró hacia un discurso constructivo, la ministra planteó la existencia de muestras de interés por la planta de Avilés de Alu Ibérica. No desveló muchos más datos, tan sólo apuntó que en su departamento se tiene conocimiento de posibles inversores interesados por la planta de Asturias, en una operación que podría excluir a la de Galicia de la compra final.

Desde el comité de empresa parece que se trató de dejar claro que, como representantes sindicales, su misión no era la búsqueda de socios industriales ni la negociación de las condiciones de venta de la planta. Su objetivo es únicamente recuperar la actividad industrial y facilitar las condiciones para mantener el empleo en la producción de un material con futuro en unas instalaciones que cuentan con las condiciones para recuperar la actividad perdida en los últimos años.

La Ministra incluso avanzó la posibilidad de que el nuevo proyecto industrial mantuviese todo el empleo, lo que implicaría la reactivación de las cubas de electrólisis o una inversión importante para transformar el actual modelo de negocio en la planta de Laviana.

Las palabras de Maroto sorprendieron a los integrantes del comité de empresa, que incluso vieron en la titular de Industria la posibilidad de improvisación ante la tensión vivida en el inicio de la reunión. No fue el único momento en el que sucedió a lo largo de la noche del jueves.

De hecho, la posibilidad de que se pudiera producir una intervención de la Sociedad Estatal de Participaciones Industrial (SEPI) en las factoría de Alu Ibérica de Avilés y Galicia se modificó según avanzaba la reunión. En un primer momento se dijo que era totalmente imposible hacerlo, según los criterios de la Intervención General del Estado y la abogacía del Estado, pero, posteriormente, el Ministerio sí abrió la posibilidad de que pudiera existir una intervención pública de las fábricas condicionada a la presencia de un administrador judicial.