La Jira al Pantano de Trasona regresa con una fiesta para 5.000 personas

No falta de nada en la Jira del Embalse de Trasona. Dos años de silencio son muchos para posponer una fiesta y hoy había que sacar lo atrasado. El agua del pantano, repleta de competición, la banda con las notas al aire, y el aire con sabor a barbacoa, donde cogen cuerpo costillas, salchichas o zancas de pollo. Un escenario para todos los gustos, porque en todos los grupos, que son numerosos, se puede elegir entre la tortilla o la empanada, entre la sidra y el vino. Para los más pequeños, el espectáculo está servido y, para los mayores, el día no ha hecho más que empezar.

Todos tienen un motivo diferente para venir a la Jira, pero hay una causa que les une, la de disfrutar y divertirse,asi que lo previsto es que, a lo largo del día, se junté el vermú con la comida, la comida con la merienda y la merienda con la cena. Un plan perfecto para la fiesta del 1 de mayo.

Julián Montes, de Avilés, lleva pegado a la parrilla desde bien temprano y, aunque no sabe por qué, reconoce que siempre le toca cocinar. Quienes vinieron con él, unas doce personas, no quitan el ojo de los platos para echar mano en cuanto esté la comida. Comer al aire siempre conlleva más apetito, dicen. Y esa estampa se repite por los alrededores del pantano corverano.

Los miembros de Arcoastur fueron quienes más puntos alcanzaron para optar al bar de la fiesta y entre 10 y 20 trabajarán todo el día por su causa, la del tiro con arco.

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