El sistema energético de los pisos municipales de La Luz reducirá a la mitad la factura de los inquilinos

LA VOZ DE AVILÉS realizó una visita a la obra junto al propio arquitecto y el concejal de Servicios Urbanos y Movilidad, Pelayo García, trabajadores de la unión de empresas que ejecutan la obra (Ogensa, Turing y Peralte), además de dos antiguas inquilinas de estos pisos.

Una primera estimación sobre el sistema energético es que los jóvenes inquilinos que el Ayuntamiento seleccionará para ocupar estos treinta pisos van a tener un recibo de la luz cuyo coste será la mitad del que tienen en otras viviendas nuevas construidas con el sistema energético estándar.

Los edificios suman treinta nuevas viviendas que el Ayuntamiento destinará a jóvenes menores de 35 años, podrán residir ahí hasta que cumplan esa edad, contribuyendo así a que inicien un proyecto de vida fuera del hogar de su familia y a rejuvenecer el barrio de La Luz, afirmó el concejal. Las bases que regirán la adjudicación de los seis pisos de una habitación, seis de tres y dieciocho de dos se están ultimando porque los costes energéticos son también determinantes de los precios finales de alquiler que establecerá el Consistorio,

A la reducción del recibo de la luz en las viviendas contribuyen los equipos de aerotermia que ya están instalados en los últimos pisos de dos de los edificios y que se colocarán en una estructura en la cubierta en los otros dos. El control de este sistema que permite su control directo en cada piso, que las viviendas tengan hilo radiante y que se garantice la ventilación continuada en la vivienda. A la eficiencia energética contribuirán también las placas fotovoltaicas que se instalarán en la cubierta y también los cambios en las fachadas, reforzadas con diez centímetros para mejorar el aislamiento.

Los dos edificios de la calle Fray Junípero Serra son los que están más avanzados con respecto a los de Ponce de León y desde hace semanas se pueden ver en el exterior sus fachadas ya terminadas, con una tonalidad similar a la que se utilizó en la remodelación de la biblioteca, a falta de la colocación de las ventanas y balcones. Los inmuebles se diferenciarán por los colores de ventanas y balcones. Se han elegido para cada uno de los cuatro edificios los colores rojo, verde, azul y naranja.

En la nueva vida de las viviendas de maestros de La Luz se ha tratado de aprovechar todo lo aprovechable. Eso ha dado como resultado unas fachadas asimétricas porque para hacer balcones se utilizaron los huecos de antiguas ventanas. Esos balcones han obligado a hacer refuerzos estructurales, según explica el arquitecto municipal que elaboró el proyecto básico, ya que no habían sido pensados para los mismos.

La distribución interior de los pisos poco tiene que ver con la que tenían. Lógicamente se ha adaptado a la normativa actual, mucho más exigente tanto en tamaño como en orientación que aquella que rigió la construcción de los edificios en 1968.

Entrando en el portal ya se puede ver cómo van a quedar estos edificios para sus nuevos inquilinos. En la planta baja están los trasteros, uno por piso, también habrá un cuarto para bicicletas, y se ubica la vivienda totalmente accesible. De ahí parte el ascensor, interior, que ha influido también en el diseño de alguna de las viviendas, y se han mantenido las escaleras existentes que serán remozadas con nuevas baldosas y pintura.

En las viviendas de una habitación, las más pequeñas, una vez traspasada la puerta de entrada te encuentras en el salón cocina y suman un dormitorio y un baño. En los pisos de dos habitaciones como en los de tres se ha primado el espacio común, el salón, en el caso de los segundos de grandes dimensiones.

Además de los equipos energéticos, las instalaciones en estos edificios ya están finalizadas y en el caso de los baños y las cocinas, ya azulejados, sólo restaría ya en los primeros colocar lavabos e inodoros (el plato de ducha ya está) y en las segundas el mobiliario. Los suelos de las estancias también están ya en algunos de los pisos y restaría ahora pintar paredes para terminar los pisos para jóvenes. Luego llegará la urbanziación exterior. La inversión final, tres millones de euros.

Marisa Prieto y Eugenia Hernández vivían hasta no hace mucho en las viviendas de maestros de La Luz. Visitaron con LA VOZ las obras y valoraron los cambios arquitectónicos realizados. El concejal del área, Pelayo García, les reconoció su labor didáctica, junto a sus maridos Manolo y Eugenio, cuando se presentó este proyecto. Pronto vieron su importancia y valor. «Es un gran proyecto que traerá población joven a un barrio envejecido, la pena es que ni Manolo ni Eugenio pudieron verlo terminado», decían tras la visita.

En el recorrido recordaban centímetro a centímetro como era su vivienda antes: «ahora estaríamos en el salón de mi casa, pero no llegaba a dieciocho metros cuadrados, este es mucho más grande y luminoso, han aprovechado muy bien el espacio», destacaba Marisa Prieto en la visita a uno de los pisos ya distribuido y en el que se comienza con los remates finales.

Recordaban lo felices que fueron en esas casas construyendo una familia junto a sus esposos y esperan que a los jóvenes que las van a ocupar ahora les suceda lo mismo. Tienen esperanza de que la sangre nueva que llegará al barrio lo revitalice, «antes teníamos todo tipo de comercios, ahora apenas sobreviven unos pocos», lamentaba Eugenia Hernández.

Y para que esto sea así no se cansaron de hacer una recomendación al concejal a cada paso, «precios de alquiler asequibles para que los jóvenes puedan vivir decentemente».