El Supremo rechaza el recurso de la Cofradía de Pescadores contra Nueva Rula de Avilés

El alto tribunal asegura que el recurso de la Cofradía de Pescadores, que es condenada en costas, «carece de fundamento» ya que su objetivo es «una nueva valoración de la prueba», lo que se aleja de los supuestos de «error o arbitrariedad» que se aplican en esta jurisdicción. En este sentido, el Supremo recuerda que su doctrina limita la nueva valoración de las pruebas para los casos de «error patente, irrazonabilidad o tergiversación de las periciales».

De esta manera, el Supremo considera que los trece consejeros finalmente absueltos cumplieron su cometido de «defender a la sociedad», como lo demuestra la decisión de contratar a expertos en derechos tributario en defensa de la sociedad encargada de la gestión de la venta de pescado fresco en Asturias.

De esta manera, se cierra un proceso cuyo origen se remonta a la sanción que en 2015 la Agencia Tributaria impuso a Nueva Rula de Avilés por valor de 1,4 millones de pesetas al considerar que no había declarado correctamente las descargas de xarda, fundamentalmente. A raíz de ese proceso, los representantes de la Cofradía de Pescadores dimitieron del consejo de administración de Nueva Rula de Avilés y, posteriormente, iniciaron un proceso judicial contra los trece consejeros que habían aprobado firmar el acta de inspección al considerar que no habían defendido los interés de la sociedad, reclamándoles 1,14 millones de euros.

En 2017, el Juzgado de lo Mercantil Número 3 de Oviedo, con sede en Gijón, celebraba el juicio en dos sesiones. A lo largo de las vistas se evidenció que aceptar la sanción tributaria era la mejor salida para la sociedad, ante los riesgos que implicaba el inicio de un proceso judicial contra la Agencia Tributaria.

Además, se puso de manifiesto que los consejeros habían defendido los intereses de Nueva Rula de Avilés, incluso los inspectores de la Agencia Tributaria reconocieron que la clave del acta de infracción eran unos datos que el sistema informático de Nueva Rula de Avilés no podía facilitarles, señalándose que firmar el acta de infracción no suponía reconocer unos hechos, sino regularizar la situación fiscal con la Agencia Tributaria.

De esta manera, la sentencia del Juzgado de lo Mercantil rechazaba las pretensiones de la Cofradía de Pescadores y consideraba que la actuación de los consejeros había sido la correcta, como posteriormente ratificó la Audiencia Provincial y, ahora, el Tribunal Supremo.