Primer juicio contra una astronauta por un supuesto delito cometido en el espacio
Anne McClain fue acusada en 2019 por su pareja de consultar su cuenta bancaria desde la Estación Espacial Internacional. Ahora, su ya exmujer ha reconocido que mintió
Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas, pero lo que sucede en el espacio no. Así podría resumirse lo que ha ... ocurrido en la enrevesada disputa matrimonial que mantienen la astronauta Anne McClain y su ya expareja, una exmilitar llamada Summer Worden. Esta acusó hace seis años a la primera de haber consultado desde la Estación Espacial Internacional (ISS) y sin permiso su cuenta bancaria. Ahora se ha declarado culpable de falso testimonio en lo que es el primer juicio por su supuesto delito cometido fuera de nuestro planeta.
El caso de este rifirrafe marital en las estrellas se conoció en agosto de 2019. Por entonces, el matrimonio se encontraba tramitando su separación y litigaban por la custodia del hijo de ambas, que entonces tenía 6 años y había sido concebido por gestación subrogada. Worden, que había sido oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea, aseguró que McClain, graduada en West Point, veterana de la guerra de Irak y astronauta desde 2013, había accedido a sus cuentas desde el espacio sin su conocimiento tras adivinar la contraseña. McClain negó los hechos de forma taxativa. «Inequívocamente, no es cierta la acusación. Hemos pasado por una dolorosa separación personal que ahora desafortunadamente está en los medios», escribió en su cuenta de Twitter -ahora X-.
La acusada no es una astronauta cualquiera. Se encontraba en la ISS para, además de llevar a cabo los experimentos científicos habituales, protagonizar el primer paseo espacial exclusivamente femenino de la historia junto a Christina Koch, la destinada a ser la primera mujer en pisar la Luna. Prevista para marzo de aquel año, el paseo tuvo que aplazarse a octubre porque no había un traje de su talla. En esa espera fue cuando accedió a las cuentas de su ex.
Cambio de rumbo
Sin embargo, la disputa no tardó en cambiar radicalmente de rumbo. Resultó que los investigaciones de la Comisión Federal de Comercio y del Inspector General de la Nasa descubrieron que Worden había dado las contraseña a McClain en 2015, corroborando la versión que siempre mantuvo la entonces acusada de que contaba con el permiso de la exmilitar para supervisar la cuenta. El giro se confirmó definitivamente en abril de 2020, cuando los fiscales acusaron a Worden de mentir sobre cuándo abrió por primera vez su cuenta personal y cuándo cambió por primera vez sus credenciales de acceso. A ello se le sumó en 2022 una denuncia por estafa relacionada con la compra de un terrero en Texas en 2017 en la que una de las víctimas fue la propia McClain.
Worden ha reconocido ahora que mintió al acusar a su exmujer y se enfrenta a una condena de hasta cinco años de prisión y una multa de hasta 250.000 dólares. La sentencia se conocerá en febrero del año que viene. Mientras tanto, la astronauta ha seguido con su carrera y este mismo año ha permanecido seis meses en la Estación Espacial.
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