La ilustración asturiana exhibe su brío
El Museo Barjola presenta a partir del jueves el trabajo de medio centenar de creadores que reivindican su oficio
Es oficio. Y es arte. La ilustración nos circunda. Cuando un padre adquiere para su hijo una mochila con un dibujo colorista y hermoso, alguien ... lo pensó y lo plasmó para embelesar esa mirada infantil. Los ilustradores, nada que ver con el diseño gráfico por mucho que en ocasiones coincidan en el viaje, acaban de constituirse en asociación en Asturias con el ánimo de reivindicarse, de poner su talento en el lugar que merece y poner también coto a los desmanes de la inteligencia artificial, que en más de una ocasión les roba sin piedad.
«Ilustrar no es solo dibujar, la ilustración es una disciplina artística por sí misma que consiste en la representación gráfica de un mensaje ya sea este escrito o metafórico y que combina creatividad y técnica narrativa», introduce Eva Remi, presidenta de la recién nacida Asociación de Profesionales de la Ilustración de Asturias (APIAST), que hace su puesta de largo en el Museo Barjola de Gijón con una exhibición de los trabajos de algunos de sus miembros. Son sesenta a día de hoy, pero la cifra no para de crecer y son medio centenar los que mostrarán trabajos variopintos.
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La idea de constituir una asociacion fue de Isabel Muñoz, que vio años atrás la necesidad de emular lo que los colegas de otras autonomías ya habían hecho. La unión hace la fuerza y más en una profesión como esta, que se ejerce en la soledad del estudio y en la que el teletrabajo es mucho más que común. Por eso no es extraño, y de hecho sucede, que ilustradores asturianos trabajen para Vogue, para Netflix y para otras muchas compañías y editoriales internacionales. Sus imágenes están ahí afuera, en los textiles, en la publicidad, en los libros ilustrados para niños, en las portadas de todos los libros, en los videojuegos, en la animación, en la prensa, en el cómic... Es, pues, un trabajo amplísimo que se sirve de muy distintas maneras de ser y hacer.
«Los materiales y las técnicas que pueden utilizarse son infinitos: acuarela, óleo, lápices, tintas, el dibujo, la serigrafía, la estampación, el collage, la pintura digital, el dibujo vectorial», relata Remi. Se ha buscado que todo ello esté presente en esta muestra que pretende revelar, con arte visible, que el nivel de la ilustración que se hace en Asturias es altísimo. «Es muy potente y diverso», señala Remi, que habla de ilustradores emergentes y de profesionales consolidados con reconocimientos nacionales e internacionales. Entre ellos, nombres como los de Verónica Grech, Marco Recuero, Raquel Lagartos, Goyo Rodríguez, Cinthya Álvarez, Quino Marín, Celia Pandiella, Enrique Fernández, Vanessa Riesgo, Pablo Ballesteros, Angélica Chamorro o Javier Rodríguez.
Hay talento en esta tierra que parece resultar inspiradora, no solo para los asturianos, sino también para otros creadores que han llegado de fuera y que han instalado aquí sus estudios, desde los que demostrar que la suya es una profesión que exige no solo formación y esfuerzo, sino también adaptación al medio. Han de plasmar lo que buscan clientes mucho más que diferentes. Se ejerce de muchos modos, pero acechan a todos los mismos peligros, en particular en este momento la eclosión de la inteligencia artifical. De ahí la importancia de unirse y darse a conocer el jueves próximo, Día Mundial de la Ilustración: «Queremos gritar a los cuatro vientos que estamos aquí, que somos muchos ilustradores e ilustradoras en Asturias, que queremos que la sociedad asturiana y las administraciones de nuestra región nos conozcan, pero también poner en valor nuestra profesión y nuestro trabajo y seguir peleando y reivindicando nuestra postura en contra del uso de la inteligencia artificial generativa por ser un sistema creado a partir de un hecho ilegal: el robo masivo de derechos de autoría que sigue impune y que pretende acabar con un importante sector cultural», concluyen.
'Somos APIAST: La ilustracíon contemporánea en 50 obras' es el título de la muestra, que permanerá abierta al público en la última planta del museo hasta el 28 de febrero. Ese mismo jueves, entre las 18 y las 19.30 horas, se han organizado pequeñas charlas con entrada libre en la que motrarán sus procesos de trabajo Enrique Fernández y Verónica Grech y Eva Remi hablará sobre los derechos de autor.
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