La muralla y el foso de la Campa Torres serán intervenidas para facilitar su accesibilidad
La muestra 'Proyecto Campa' explica el plan de puesta en valor del yacimiento que incluye la inminente reexcavación puntual de la zona defensiva para actualizar estratigrafías
Más de dos décadas después de que fueran interrumpidas las excavaciones de la zona defensiva de la Campa Torres volverá a intervenirse en las murallas, ... el foso y el contrafoso del castro con el doble objetivo de actualizar las estratigrafías de esos restos arqueológicos, consolidarlos y restaurarlos, y a la vez facilitar la accesibilidad de los visitantes a los mismos. Así lo anunciaba ayer la directora de los museos arqueológicos de Gijón, Paloma García, en la presentación de la exposición 'Proyecto Campa', que busca mostrar a la ciudadanía las distintas fases de este trabajo impulsado para poner en valor el conjunto del Parque Arqueológico de la Campa Torres.
En la muestra se explican los objetivos de cada una de las fases, de las que ya se han ejecutado las dos primeras: estudio y recapitulación de las excavaciones realizadas entre el 78 y los 2000 (Fase I) y drenaje de la zona de la llanada para la preservación de los restos localizados en ella (Fase I). La tercera, sería la anunciada intervención sobre la zona defensiva y norte del castro. actualmente en proceso administrativo y prevista de iniciar hacia octubre. Incluiría «excavaciones en puntos estratégicos y alguna nueva para conseguir estratigrafías actualizadas, aunque es una parte pequeña del proyecto global con el que queremos incidir en esa relectura que lo haga más comprensible y accesible al visitante», apuntó la directora de los museos arqueológicos. En cuanto a la accesibilidad que se busca, se haría mediante pasarelas para facilitar la visita.
La exposición, que podrá verse hasta final de año, además del Proyecto Campa, exhibe en un segundo bloque el relato actualizado de la historia del asentamiento con materiales como el maxilar humano, posiblemente femenino datado entre los s. VI-V a. C., o una fusayola (pesa de hilado) de hueso, de los s. IV-III a.C., y piezas de la industria metalúrgica del castro como la fíbula zoomorfa con forma de caballo (s. IV-I a. C.) o una matriz del mismo material con decoración de una estrella de ocho puntas y círculos concéntricos. También piezas y fragmentos de cerámica, tanto autóctona como traída por las diversas rutas de comercio, así como la presencia de nombres propios en vasos: es el caso de 'Aurelius', un posible habitante del asentamiento, o el recién descubierto 'Zous', antropónimo de probable origen griego, además de los sellos de taller en tégulas.
El tercer bloque rinde tributo a tres impulsores en el estudio de la Campa: Jovellanos, su catalogador José Manuel González y José Luis Maya, director de las excavaciones entre el 78 y el 2000. Una invitación a que los visitantes contextualicen la puesta en valor del yacimiento.
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