Sara González, presidenta de la Asociación de Restauradores: «El mantenimiento del cementerio de La Carriona es mejorable»
La presidenta de la Asociación de Restauradores ofrecerá hoy en el Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS consejos para limpiar y conservar las esculturas
C. R.
AVILÉS.
Miércoles, 18 de junio 2025, 08:38
Sara González Curto, graduada en Conservación y Restauración de Bienes Culturales y presidenta de la Asociación de Conservadores y Restauradores del Principado de Asturias, analizará hoy, en el Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS, 'La conservación del cementerio de La Carriona: retos y oportunidades'. Será a partir de las 19 horas, en el Centro de Servicios Universitarios.
La puesta en valor de este camposanto fue una apuesta del que en su día hizo el concejal de Cultura Román Antonio Álvarez hace unos 15 años. En 2010 se comenzó a trabajar en un Plan Director de La Carriona que fomentara su valor histórico y modernizara su gestión. Su Centro de Interpretación se inauguró en octubre de 2012 y, desde entonces, se fueron dando pasos para difundir el valor patrimonial de determinadas sepulturas.
Figura dentro de la Ruta de los Cementerios Europeos, aparece en varias páginas en inglés sobre simbología y ha recibido varios premios tanto en el Concurso nacional de Cementerios que organiza la revista Adiós Cultural como por parte de Funespaña, que reconoció en 2022 el monumento de la 'Losa del Tiempo', del artista Carlos Suárez. Esto «teniendo en cuenta lo relativamente pequeña que era Avilés cuando se encargaron esas esculturas fúnebres, lo hace todavía más reseñable», destaca Sara González Curto que centrará su charla en un mantenimiento que, a todas luces, «es mejorable».
El problema está en que la propiedad de la tumbas es privada y son los descendientes de los finados quienes deberían asumir la labor. «Es una pena porque hay mármoles de Carrara que son blancos y tienen una pátina negra de la industria», señala. Como ejemplo de buen hacer pone la de los Marqueses de San Juan de Nieva «que acaba de ser intervenida por un par de restauradoras y está impecable». Hoy ella ofrecerá «algunas pautas mínimas que no acarrean mucho coste» porque lo que no se puede hacer es «ir con un bote de lejía a limpiar por cuenta propia».
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