«Esta canción nació mirando al mar y la escribí en el margen de un sudoku»

La emoción le entrecortaba las palabras y la respiración a esta artista que, con su interpretación, se cobijó en los corazones de todos los que ocupaban el patio de butacas y no podían evitar conmoverse, ante su letra y sus melodías. «Esta canción nació mirando al mar en el camping de Vidiago», explicó. «Estaba haciendo un sudoku y se me vino la primera frase a la mente. La apunté en los márgenes del pasatiempo y, a partir de ahí, se convirtió en la canción que es ahora».

Un tema que lleva a conocer sus raíces y que le sirve «para agradecer y aceptar todo lo que viví», confesaba. «Yo, cuando hago las canciones, digo cosas tan personales que sentir que la gente me entiende es muy satisfactorio», aseguraba, al tiempo que se enorgullecía de haber tenido la oportunidad de cantar «en un escenario tan guapo. Es un lujo y un honor».

Por este reconocimiento, Vero Rubio recibirá un premio de 6.000 euros, la edición de un videoclip y la participación en el circuito Autores nel Camín. A las puertas de conseguirlo se quedaron, sin embargo, otros artistas como Marisa Valle Roso, quien interpretó 'Tonada', «un homenaje y una reivindicación del género que da nombre a la canción», indicaba. «Para mí, la limitación creativa de los concursos de tonada desgasta el propio género», se quejaba, deseosa de que «la variedad» alcance a las asturianadas.

Otros finalistas fueron los miembros del grupo Alienda, quienes presentaron 'Zanca de cabra', «una añada, un cantar para dormir neños», lo definían. «Cuenta la vida de una mujer muy brava, pero con un estilo dulce». El último en subirse al escenario del certamen fue José Manuel Tejedor, con 'Les tos nales', que «surgió a raíz de la muerte de una amiga». Cuatro propuestas de nivel, sobre las que Rubio se impuso con una manera de sentir que convenció a todos. También al jurado.