Las diez mejores películas del Festival de Cannes 2025
Las cintas que marcarán el año: EL COMERCIO da su veredicto desde el mayor festival del mundo
Martín Cuesta
Enviado especial a Cannes
Sábado, 24 de mayo 2025, 12:06
Un año más, Cannes, el festival de cine más importante del mundo baja el telón. Entre las ovaciones, las polémicas y las sorpresas, emerge una ... selección de obras destinadas a perdurar en la retina del espectador y a protagonizar la conversación cinéfila de los próximos meses. Thrillers que cortan la respiración, dramas de una sensibilidad abrumadora y óperas primas que deslumbran: estas son las 10 joyas que no deberías perderte.

Nouvelle Vague
Competición. Richard Linklater. Estados Unidos
Ciudad sin sueño
Semana de la Crítica. Guillermo Galoe. España
Resurrection
Competición. Bi Gan. China.
Agente secreto
Competición. Bi Gan. China
Rietland
Semana de la Crítica. Sven Bresser. Países Bajos1 /
1. Nouvelle Vague (Competición. Richard Linklater. Estados Unidos)
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1959 fue un año clave para la historia del cine. La modernidad se hizo imagen a través de un grupo de críticos franceses agrupados en torno a una revista, 'Cahiers du Cinéma', que no solo reinterpretaba cómo ver el Séptimo Arte sino también cómo hacerlo. François Truffaut, Éric Rohmer o Claude Chabrol son algunos de los nombres de esa Nueva Ola que barrió las convenciones narrativas clásicas, pero sin duda fue Jean-Luc Godard el más carismático y revolucionario de ese pequeño Olimpo cinéfilo. Richard Linklater ('Antes de amanecer', 'Boyhood') nos traslada al rodaje de la Ópera Prima de Godard ('Al final de la escapada') en un asombroso ejercicio de mímesis visual a medio camino entre una nostalgia desmitificadora y una llamada al futuro de las imágenes.
2. Ciudad sin sueño (Semana de la Crítica. Guillermo Galoe. España)
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Una de las grandes sorpresas del Festival fue la Ópera Prima de este director español cuyo proyecto lleva madurando desde hace siete años. Situada en el asombroso enclave de la Cañada Real, el asentamiento irregular más grande de Europa, la película de Galoe es mucho más que una ficción etnográfica, es también una película de aventuras (imposible no acordarse del '¡Hatari!' de Howard Hawks en la secuencia que abre el film), un 'coming of age' en una sociedad aun tan desconocida como la gitana y la puesta en escena de un territorio condenado a la desaparición, sometido a la condena del olvido, a la amenaza de un futuro arrollador. Implacable la belleza de sus imágenes e inolvidable la naturalidad de sus protagonistas. Merecidísimo el premio al Mejor Guion de su sección competitiva.
3. Resurrection (Competición. Bi Gan. China)
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Si hablamos de cine grandilocuente, excesivo, barroco, gigantesco en proporciones y aspiraciones, es difícil pensar en otro nombre que no sea el del chino Bi Gan. Desde su debut en 'Kaili Blues', Gan ha desarrollado un personalísimo estilo propio compuesto de gigantescas set-pieces y un cuidado obsesivo por cada uno de los detalles que se cuelan en sus encuadres. Siempre situadas en ese misterioso mundo entre la realidad y la fantasía, entre el sueño y la vigilia, las películas de este realizador son auténticos retos a los que enfrentarse con el mismo espíritu aventurero que el de un explorador frente a un territorio virgen, dejándose fascinar con cada nuevo valle fértil que se descubre. En este sentido 'Resurrection' aun va más allá de lo que lo hacía 'Largo viaje hacia la noche'. Consejo: único truco para disfrutar de su cine es dejarse llevar por él.
4. Agente secreto (Competición. Kleber Mendonça Filho. Brasil)
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Vibrante, rabiosa, musical. Son los primeros adjetivos que se nos ocurren al tratar de definir la nueva película de este director pernambucano. Corriendo en tres líneas temporales diferenciadas, a medio camino entre el 'thriller' de acción y el testimonio político,'Agente secreto' es una demostración del virtuosismo narrativo de Mendonça pero también una admirable compilación condenatoria del espíritu venenoso de la dictadura militar brasileña. Un régimen que empozoñó la sociedad de la antigua colonia portuguesa durante décadas. Su musicalidad no viene determinada únicamente por la traslación a la pantalla del intenso carnaval de Recife, sino por su sobresaliente montaje cinematográfico, capaz de crear una tensión que podría competir con clásicos como 'El silencio de un hombre' o 'French Connection. Contra el Imperio de la droga'. No se la pierdan.
5. Rietland (Semana de la Crítica. Sven Bresser. Países Bajos)
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En su escalofriante Ópera Prima, el holandés Sven Bresser regresa al paisaje rural que lo vio crecer para construir un thriller que juega con los códigos del 'noir', el drama psicológico y un enigmático toque de fantasía. La geografía, contagiada por la muy holandesa tradición religiosa calvinista de ritmos lánguidos y costumbres inalteradas, se convierte en un personaje más, un opresivo telón de fondo para la intolerancia y la sospecha que se desatan en una pequeña comunidad tras el asesinato de una niña. Ambiguo y misterioso, el film demuestra un extraordinario dominio de la puesta en escena, de la construcción de imágenes para el recuerdo y del tempo narrativo, sembrando la duda sobre sus parcos protagonistas en un relato que nos habla de la culpa y de las consecuencias de la soledad.

The love that remains
Cannes Premiere. Hlynur Palmason. Islandia
Nino
Semana de la Crítica. Pauline Loquès. Francia
Sorry, Baby
Quincena de los Realizadores. Eva Victor. Estados Unidos.
Renoir
Competición. Chiel Hayakawa. Japón.
Dossier 137
Competición. Dominik Moll. Francia1 /
6. The Love That Remains (Cannes Premiere. Hlynur Palmason. Islandia)
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Tras la épica telúrica de 'Godland', el islandés Hlynur Pálmason volvía a Cannes con un film más íntimo pero igualmente ambicioso: un tierno y a ratos juguetón collage de viñetas que reconstruye la disolución de un matrimonio. A medio camino entre el melancólico retrato del desamor y una inesperada comedia absurda, la película se sumerge en ese preciso instante en que la huella de una relación lo impregna todo. Pálmason salpica la historia con elementos fantásticos, usando el espectacular paisaje islandés como patio de recreo para la imaginación y creando un universo de metáforas visuales donde todo —las minas marinas de la Segunda Guerra Mundial, las manchas de óxido en un lienzo— nos habla del amor perdido y del que aún persiste. Una propuesta que confirma a su autor como una de las voces más singulares del cine contemporáneo.
7. Nino (Semana de la Crítica. Pauline Loquès. Francia)
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Delicado y conmovedor, el debut de Pauline Loquès es un drama intimista que se apoya en la excepcional y contenida interpretación de Theodore Pellerin, merecido ganador del Premio a Actor Revelación de la Semana de la Crítica. A partir del diagnóstico de cáncer de su protagonista, la película sigue sus pasos durante un fin de semana en el que la fragilidad de la vida se manifiesta en cada gesto. Nino carga con su secreto en solitario, vagando por París mientras busca algo a lo que aferrarse. Su viaje es filmado con una intimidad casi táctil, donde los silencios y los pequeños gestos revelan el profundo seísmo interior de su protagonista. Loquès transita por la senda de Agnès Varda o François Ozon, pero encuentra una voz propia para construir un relato sutil sobre cómo la cercanía de la muerte nos impulsa a reconectar con la vida.
8. Sorry, Baby (Quincena de los Realizadores. Eva Victor. Estados Unidos)
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Agridulce, sutil y de un humor inesperado, el debut de Eva Victor es una de esas joyas que abordan el trauma centrándose no en la herida, sino en las complejas cicatrices que provoca. La película se aleja del guion convencional para ofrecernos una narrativa desalineada temporalmente y elíptica, donde el suceso que lo cambia todo ocurre fuera de campo. En su lugar, Victor construye un mosaico de momentos aparentemente cotidianos que revelan las secuelas de una agresión, obligándonos a reconstruir el puzzle emocional de su protagonista. La propia directora ofrece una interpretación llena de matices, navegando en un tono que funde la sátira sobre el mundo académico con una compasión abrumadora. Una película que avanza un debate necesaria con inteligencia y una sensibilidad que perdura mucho después de los créditos.
9. Renoir (Competición. Chie Hayakawa. Japón)
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Tras su aclamada distopía social, 'Plan 75', la japonesa Chie Hayakawa cambia de registro para firmar un retrato íntimo y de una belleza etérea. La película nos sumerge en el Japón de los 80 a través de la mirada de Fuki, una niña de 11 años cuya desbordante imaginación choca con el mundo de mentiras y silencios de los adultos, especialmente ante la enfermedad terminal de su padre. Con una evocadora puesta en escena impresionista, Hayakawa construye un mosaico de viñetas donde la curiosidad infantil se enfrenta a la hipocresía y el dolor. Más que un relato de transformación, 'Renoir' es la celebración de un espíritu inquebrantable; una película delicada y por momentos perturbadora sobre la importancia de permanecer fiel a uno mismo, demostrando que la personalidad es lo único que el tiempo no puede arrebatar.
10. Dossier 137 (Competición. Dominik Moll. Francia)
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Tras arrasar en los César con 'La noche del 12', Dominik Moll regresa a la competición de Cannes con un thriller procedimental de pulso firme y mirada implacable. El director se sumerge en las entrañas del sistema policial francés a través de una investigadora de asuntos internos (una extraordinaria Léa Drucker) que destapa un caso de brutalidad en un cuerpo de élite. Lejos de cualquier sentimentalismo, Moll construye un relato milimétrico y asfixiante sobre la corrupción institucional y la futilidad de la integridad individual frente a la podredumbre del sistema. Con un montaje afilado y una tensión que se acumula en cada interrogatorio, la película es un retrato demoledor de la delgada línea azul, una reflexión inteligente y rabiosa sobre la impunidad del poder que resuena con una actualidad universal.
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