Muere José Luis Cienfuegos, director de la Seminci, a los 60 años
El cineasta asturiano, que estuvo al frente las tres últimas ediciones y antes dirigió otros 16 años el festival de Gijón, falleció de forma repentina de un ictus en Madrid
Victoria M. Niño
Valladolid
Martes, 2 de diciembre 2025, 20:45
José Luis Cienfuegos, director de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, murió este martes de manera repentina en Madrid, tras ingresar en un hospital el lunes a causa de un ictus. El gestor cultural asturiano ha estado al frente del festival –antes lo hizo en otros certámenes similares del panorama nacional, como el de Gijón que dirigió 16 años- durante las últimas tres ediciones habiendo cerrado la pasada semana el exitoso balance de la 70ª Seminci.
Cienfuegos (Avilés, 1964) sucedió a Javier Angulo tras su jubilación y fue elegido por unanimidad el Consejo Rector de la Fundación Municipal de Cultura. Venía de Sevilla, donde estuvo al frente del Festival de Cine Europeo. Aunque el cinéfilo que estudió Psicología y prefirió dedicarse al séptimo arte se bregó en el Festival de Cine de Gijón -donde comenzó profesionalmente en este mundillo en labores de comunicación- desde 1995 hasta 2012. Su experiencia y su proyecto fueron considerados los más indicados entre la treintena de candidatos.
Aterrizó en el festival señero del cine de autor en 2023 y asumió lo programado por el equipo de Angulo para esa edición. Su proyecto aspiraba a modernizar la Semana en su estética, sus usos y sus secciones, manteniendo su esencia de cine comprometido con la realidad.
Incorporar a nuevos públicos fue el objetivo que se puso al término de aquella primera edición en la que volvieron los pateos al dar a conocer el palmarés. «Ha habido películas, un poco más exigentes, recibidas con cierto reparo por el público que ha expresado su disconformidad. Estamos para proponer un festival que asume riesgos, que no solo es programado sino comisariato», decía en 2023. El calificativo de «fuertemente comisariado» se convirtió en la coletilla durante su gestión.
En la memoria que presentó al Consejo Rector la 68ª Seminci recogía que el festival incrementó un 12,2% el número de espectadores en salas de cine, hasta los 88.096. Entonces se decidió que el festival recuperaría los nueve días de duración, reducidos a ocho desde la crisis de 2010.
José Luis Cienfuegos cambió el hábito de los semanistas de leer la revista del festival cada mañana en el patio de butacas. Suprimió esa publicación – «son 600 ejemplares que no salen del Calderón», sostenía– para hacer una guía que se distribuía unos días antes de comenzar en los kioscos. También inició la transformación de los abonos buscando combinaciones más acordes con los gustos del espectador en vez de ligados a ciclos completos.
Cambio de ciclo
La programación prescindió de secciones como 'Spanish Cinema', originalmente concebida para que la crítica internacional tuviera acceso a las producciones nacionales de ese año y también desapareció DOCEspaña.
Redefinió la sección Punto de Encuentro, un espacio para directores debutantes y segundas películas, para transformarla en una segunda sección oficial. Creó un ciclo para acoger los lenguajes más experimentales, Alquimias. Yotro que entroncaba con los valores que defendió el festival en sus orígenes, Memoria y utopía.
Asimismo, mantuvo la Ventana Cinéfila abierta para acercar el cine a colegios e institutos además de Seminci Joven y Miniminci. Su afán por ligar Seminci a los jóvenes le llevó a tender una pequeña red de escuelas de cine y universidades para atraer a sus estudiantes como espectadores de la Semana.
En sus tres ediciones ha crecido el número de películas en las secciones competitivas así como su metraje, llegando al récord de una cinta de cinco horas en la última edición de Tiempo de Historia. También aumentó significativamente la participación del cine español en las secciones competitivas así como su presencia en inauguraciones y clausuras.
La polémica del logo
Pero ninguna de las decisiones tomadas por Cienfuegos fue tan polémica como el cambio de logotipo. Los labios estampados por Manolo Sierra fueron sustituidos por una estilización a cargo del estudio PobrelaVaca. El cambio de imagen incluyó la nueva sintonía que precede a las proyecciones, a cargo de Javier Vielba, y que en esta 70ª edición se ha completado con una línea gráfica a cargo del citado estudio. Dejó de haber concurso de cartelería a fin de dar unidad a toda la imagen del festival.
Cienfuegos también ambicionó fidelizar a productores y distribuidores organizando pases especiales para ellos durante sus encuentros además de la celebración del MERCI, el mercado de cine independiente.
La proyección de series como 'Los años nuevos', de Sorogoyen, o 'Yakarta', de Diego San José, antes de su estreno, quería enganchar a públicos que podrían ver en pantalla grande productos televisivos de calidad cinematográfica.
El gestor asturiano aprovechó una incitativa de su antecesor, el Espacio Seminci, ampliando la proyección del festival durante el año con los 'Diálogos de autor'. Precisamente ayer estaba allí Jaume Balagueró hablando de su cine con Pedro del Río.
Hace una semana presentó las cifras de la 70ª Seminci: 103.000 espectadores procuraron una recaudación de taquilla un 8,3% mayor que en 2024. Revisar el precio de las entradas, congelado desde hace varios lustros, era otra de sus ideas para la próxima edición.
La celebración de los 475 años de la Controversia de Valladolid le llevó a diseñar un ciclo de cine latinoamericano que esperaba viajase por otros países tras su proyección en el festival. Ahora, la Seminci, que depende de la Concejalía de Turismo, se queda sin director y su consejo rector tendrá que decidir sobre la dirección del festival.