«Las palabras quedan grabadas a fuego, no son tan frágiles»

Entre 1.093 poemas llegados de 41 países, el jurado del IV Premio Internacional de Poesía de Ediciones Nobel, ha distinguido el escrito por la gallega Emma Pedreira Lombardía (A Coruña, 1978), titulado 'Lista da compra da viúva'. que de este modo se reconoce como «el mejor poema del mundo».

¿Qué sentimientos despierta escribir el mejor poema del mundo?

Primero, el del estupor, habiendo sido además escrito en una lengua no muy reconocida, como la gallega. Después, el orgullo y la felicidad.

¿Podría traducir a prosa periodística el poema?

Es el reflejo del estado de ánimo de una mujer que acaba de sufrir una pérdida y vive un cambio emocional, lo que se advierte en su lista de la compra, que ya no incluye cosas que antes se destinaban a la otra persona. Es un sentimiento de liberación, a la vez que de dolor ante la separación, desde un punto de vista muy feminista.

No es el primer premio que obtiene. ¿Hay alguna fórmula?

El secreto está en presentarse. Hay quienes dicen que los premios están amañados y por eso no se presentan. Yo lo que digo es que para que te toque la lotería hay que jugar. Luego, está una mezcla de suerte y que pasabas por ahí.

A su primer poemario, 'Diario bautismal dunha anarquista morta', de 1999, le han seguido varios más, hasta, por ejemplo, 'Libro das mentiras', de 2012. ¿Hay continuidad entre unos y otros o cada uno tiene su autonomía?

Hay un discurso continuado de algo que está vivo, con su natural evolución según me voy haciendo vieja y se matizan el propio desarrollo vital, el ideológico o el psicológico.

¿Cuál ha sido la evolución ideológica?

Soy una feminista de izquierdas, en eso no he variado. Antirreligiosa y casi antisistema. En unas cosas, seguramente me he hecho más sosegada, pero en otras incluso puedo ser más radical. Depende de lo que hablemos.

Se le ha concedido el galardón en el Día Mundial de la Poesía. Pero, ¿qué papel tiene hoy la poesía en el mundo?

Eso también depende de para quién. Para unos, un arma cargada de futuro, como decía Celaya. Para otros, puede ser una simple pose. Yo estoy a favor de que sea una manifestación poderosa y comprometida, que se clave en la tierra y crezca.

¿Las palabras no son demasiado frágiles ante los hechos?

Las palabras quedan grabadas, no son tan frágiles. Y ahora con las redes sociales, incluso quedan grabadas a fuego. Las examinan cien mil ojos.

En cualquier caso, ¿tenía razón Juan Ramón Jiménez al asegurar que la poesía es para infinitas minorías?

Sí, claro. Hasta hay más poetas que lectores de poesía, somos más los que remamos que los que se suben a la lancha. Pero aquí seguiremos dando la vara, a ver si se animan.