«La economía política fue esencial en los cambios que impulsó la Ilustración española»

Tras comenzar evocando la figura del financiero y economista vasco Simón de Aragorri para contextualizar el periodo histórico analizado manifestó que «la economía política fue un componente esencial en los cambios que impulsó la Ilustración y que en el caso español fue en buena medida inducida desde el exterior» y cómo «las instituciones económicas que florecieron en nuestro país fueron el resultado de un proceso de aclimatación de esas experiencias foráneas. En ese sentido, la transferencia cultural procedente de Francia fue clara en la construcción de la identidad ilustrada española». El estudioso explicó que en su investigación «indaga en el papel que esas instituciones tendrían en la articulación del propio estado», una España recién salida de la guerra de Sucesión que transitaba «entre la cultura política de los Habsburgo que se sustentaba en una organización de entidades territoriales horizontal a la más centralizada y vertical de los Borbones», señaló, apuntando que «el logro de un sistema económico centralizado y uniforme permaneció como un programa político de primer orden para los ilustrados españoles».

Para el catedrático, «la llegada a España de la economía política de la ilustración europea contribuyó a vertebrar un sistema diferenciado respecto a la cultura precedente y se formuló así el primer programa modulado para todo el territorio nacional. La articulación económica era esencial para conseguir la articulación política y ello suponía la creación de órganos en la administración que centralizaran la toma de decisiones económicas y conformar un mercado doméstico único que acabara con las diferencias comerciales, aduaneras y fiscales de los distintos territorios», expuso Astigarraga. La singularidad de la ilustración nacional fue, en opinión del investigador que «en la práctica su programa económico no se estructuró únicamente en torno a un mismo centro, la Corte, debido a la organización de estas instituciones económicas de naturaleza descentralizada». La existencia de estas entidades surgidas en los distintos territorios del estado con propuestas propias para los mismos, sería una de las razones por las que el objetivo logrado, «más que centralizar o homogeneizar, unificar, fue por encima de todo un programa integrador tanto en los territorios como en las autoridades para conseguir tanto la riqueza como el bienestar material de la población, condiciones imprescindibles para alcanzar el ideal ilustrado», argumentó.