Jorge Fernández Díaz, el Premio Nadal que hablaba en asturiano
Nacido en Buenos Aires, su madre era de una pequeña aldea de Belmonte de Miranda, donde él se siente «en casa»
E. C.
Lunes, 6 de enero 2025
En casa y en la escuela, Jorge Fernández Díaz hablaba en asturiano. Las raíces del flamante Premio Nadal de este año se hunden hasta alcanzar el fondo de nuestra tierra, a pesar de que su acento argentino da cuenta y no deja duda de su origen bonaerense. Nacido en 1960, este escritor y periodista aúna en sus relatos épica, emoción y trazos de ternura que alcanzan la aldea de Almurfe, en Belmonte de Miranda, la que vio nacer a Carmina Díaz, su madre.
Ella fue la protagonista de 'Mamá', una de sus obras más entrañables, en la que el ahora galardonado narraba la historia de aquella joven campesina, forzada con quince años a emigrar a la Argentina de Perón. Su lucha, sus desvelos y sus miedos iban desfilando por unas páginas, en las que el autor conectaba una vez más con Asturias, una tierra por la que aseguraba sentir entonces «amor».
Era un sentimiento honesto porque este escritor está acostumbrado a volver a esta casa que no lo vio nacer, pero que le dio sentido y hasta le hizo fuerte. «Yo hablaba asturiano en casa y en la escuela. Los chicos se burlaban de mí y me pegaban en el colegio antes de que se inventara la palabra 'bullying'».
Esas situaciones hacían que su familia fuera de «españoles extraños y distintos» y, en uno de sus alardes infantiles de talento, Fernández Díaz inventó la palabra 'argeñol' «para definir a quienes no saben muy bien si son de acá o de allá». Quizá no haya que elegir y se pueda ser de ambos lugares porque él reconoce que cada vez que visita Almurfe «siento que es mi pequeña Macondo. Se me encoge el corazón. Tengo la sensación de que soy de allí, a pesar de vivir tan lejos», confesaba en una entrevista a este diario.
En octubre de 2019, su 'Mamá' falleció por culpa del alzhéimer que solo se sosegaba cuando el hijo y Premio Nadal le ponía el 'Paxarinos', de Víctor Manuel para intentar devolverla a la vida. Esa melodía los traía a los dos de regreso a esta casa, de la que siempre fueron parte.